Es un hecho constatable que Marruecos ha dejado de ser una potencia turística en ciernes, para convertirse en un cada vez más solicitado destino turístico. Ya el Plan stratégico del Turismo contemplaba nada menos que diez millones de turistas para el año 2010. Un destino turístico que reconocen y valoran muchas organizaciones y publicaciones del sector, sin pasar por alto los efectos negativos de la crisis europea en la llegada de turistas al país; sobre todo, franceses, alemanes, italianos y belgas.

No obstante, hay buenas noticias para la capital del Reino. De hecho, Rabat ocupa el segundo lugar en la lista de la cadena estadounidense de televisión CNN con la red de destinos más interesantes del mundo para 2013. Y es que, pese a que los viajeros han pasado por alto la capital de Marruecos, seducidos por las luces y sonidos de Marrakech o el encanto de la costa de ssaouira, el conocimiento de los encantos de Rabat marcará la diferencia en 2013 en la elegante ciudad del Norte, designada por la UNSCO Patrimonio Mundial en julio de 2012. sto significa que el mundo está empezando a conocer Rabat, lo que la UNSCO llama "un fértil intercambio entre el pasado árabe-musulmán y el modernismo occidental".

s digno de resaltar la histórica parte antigua de la ciudad, con la impresionante mezquita Hassan, del siglo XX, y un pintoresco distrito con vistas al Atlántico, con numerosas tiendas libres de bullicio. La parte moderna de la ciudad, de estilo francés, se caracteriza por sus adorables cafeterías. Asimismo, un nuevo y reluciente tranvía conecta la capital con su ciudad hermana, Sale, mientras que una nueva y funcional terminal de su aeropuerto muestra que la ciudad se ha vuelto más accesible. Rabat, con 1,7 millones de habitantes, está lejos de los tumultos; y por ello ya ha llegado al conocimiento de los turistas. so hace que 2013 sea el año para estar allí.

n todo caso, y pese a la crisis en uropa, Marruecos sigue consolidándose como destino turístico preferente (lo que debía hacer reaccionar al sector turístico canario). De acuerdo con la Asociación Británica de Agencias de Viajes, Marruecos es un destino de primer orden y uno de los posibles destinos de lujo para 2013; una elección, basada en una encuesta de hogares con gran poder adquisitivo por sus altos ingresos, realizada en todo el mundo. Marruecos se coloca así al mismo nivel y categoría como, por ejemplo, Birmania, Croacia, cuador, tiopía y Rusia.

Para confirmar esta preferencia, basta confirmar los datos. Así, en el año 2012 Agadir batió el record de llegadas, con 810.559 turistas y 4.084 pernoctaciones en los establecimientos clasificados de la ciudad; lo que significó un 4,05 % en llegadas y un 0,14 % en las pernoctaciones respecto a 2011. Sin embargo, la tasa promedio de ocupación en los hoteles se mantuvo por debajo del 49 %. Hay que resaltar que si Agadir se ha mantenido, Marrakech, que sigue siendo el motor y el buque insignia del turismo marroquí, ha experimentado un descenso en las llegadas entre enero y septiembre en comparación con el mismo periodo de 2011 (2 %). n cuanto a las pernoctaciones en los establecimientos turísticos clasificados, estas registraron un incremento del 20 % en noviembre de 2012. Pero se recuerda que, dado lo devastador que fue 2011, los operadores esperaban un repunte en 2012.

Por otro lado, el Sur de Marruecos se ha convertido en la capital de invierno de los surfistas europeos. s el caso de Taghazout. Un enclave cerca de lugares turísticos conocidos internacionalmente como ssauoira o Agadir, que aparece en la costa como un conjunto de construcciones algo anárquicas y sin gran uniformidad, donde se suceden además negocios como restaurantes, casas de comidas y, sobre todo, tiendas de utensilios relacionados con el surf, como una buena "meca" de los amantes de este deporte; con unas condiciones climáticas y de olas inmejorables: 24º C de temperatura ambiente y 19º en el mar. Taghazourt, con un aeropuerto internacional cerca (Agadir) donde aterrizan las compañías de bajo coste, reúne unas condiciones casi ideales para los surfistas de todo el mundo, cada vez más numerosos.

Los peligros, como sucede con tantos lugares costeros (en Canarias tenemos muchos ejemplos), es que la llegada del turismo de masas termine con el encanto del lugar. Según comentan algunos turistas habituales, "la alternativa de Marruecos sería las Islas Canarias, vecinas del país norteafricano, pero allí los precios son más elevados".

¿Alguien tiene todavía alguna duda de que Canarias debe participar en el desarrollo turístico de Marruecos para, por lo menos, minimizar los efectos negativos de la competencia marroquí?

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