En esta última semana, las calles de Madrid han vuelto a verse inundadas por una nueva "marea blanca", formada por miles de personas que se unieron a los trabajadores de los centros sanitarios quienes, con batas de ese color, reiteran y protestan contra el avance en la privatización de los servicios sanitarios aprobada por el Gobierno autónomo de la Comunidad, mientras los sindicatos anunciaron que las protestas y las huelgas se mantendrán mientras no se cumpla la Ley de Medidas Fiscales y Administrativas, conocida como Ley de Acompañamiento, que autoriza las privatizaciones y que se ejecutan. sta ley solo depende de seguir adelante con lo que es el ideario de la Comunidad.

Mientras tanto, en Tenerife, con tres hospitales públicos cerrados, uno en obras y otro con quirófanos inaugurados y no activos, no hace manifestaciones de protesta ni un solo ayudante con bata blanca, cuando todos los médicos, sin fallar uno, incluso los especialistas, deberían negarse a trabajar hasta que dichos centros abrieran sus puertas, y prestasen sus servicios. Que en las Islas viven seres humanos, aunque cada vez menos, porque las listas de espera matan a muchos mientras están en las larguísimas colas para intervenciones quirúrgicas u otras curas.

stas gentes canarias, a falta de establecimientos sanitarios públicos, si precisan una urgencia sanitaria no tienen más remedio que acudir a la sanidad privada y, aunque en Madrid no tendrían problemas, porque eso es lo que quieren los gobernantes que hagan, aquí les sobran esos centros pero lo que le falta es dinero para pagar los gastos de la cura, más aún con esta tremenda crisis multiplicada por los dichosos recortes de Rajoy y, en nuestro caso, del presidente del Gobierno de la Comunidad, que, también, presupuesto que ve presupuesto que recorta.