El equipo formado por Álvaro Bultó, Santi Corella y Toni López, paracaidistas profesionales y expertos en deportes de alto riesgo y aventura, saltó ayer desde 30.000 pies de altura, unos 9.000 metros, para aterrizar en el Teide, logrando una hazaña histórica. Hay que recordar que el pasado miércoles registraron una marca de 6 minutos y 42 segundos en su salto realizado en la playa de Las Canteras, en la isla de Gran Canaria.

Este proyecto, que ha contado con el apoyo de la Dirección General de Deportes del Gobierno de Canarias, así como de distintas firmas comerciales, se denomina "Alas sobre el Teide 2009" y se desarrolló con el apoyo y tutelaje del Ejército del Aire, que colabora estrechamente con la organización.

El pasado lunes, los protagonistas de esta hazaña sobrevolaron el Teide, aunque bien es verdad que no iniciaron la caída libre puesto que, según explicaron, las condiciones meteorológicas no fueron del todo favorables.

El equipo organizador llegó a Tenerife el pasado miércoles 21 de octubre para preparar todos los detalles. Es decir, filmadores, saltadores, mecánicos, etcétera. Cabe destacar la complejidad del salto en paracaídas en el enclave tinerfeño por las condiciones del tiempo en la zona, pues se trata de un salto en gran altura y, por otro lado, de un vuelo de larga duración, sobre todo teniendo en cuenta que se trata de un territorio especialmente escabroso donde no existe una zona adecuada para el aterrizaje.

Un traje especial

Para emprender este difícil reto sobre el Teide, los aventureros tuvieron que confeccionar un nuevo modelo de traje de alas, con un diseño que permitiera realizar un vuelo más largo en tiempo aún a costa de la velocidad, ya que este salto se realizó desde una altura 5.000 pies inferior al salto donde se consiguió el actual récord del mundo. La jornada fue intensa y generó una importante expectación. Sus protagonistas mostraron su encanto por el Archipiélago y quedaron maravillados por la singularidad del pico más alto de España.