El Ministerio del Interior considera que, tras el hallazgo al norte de París del zulo en el que ETA guardaba 145 armas cortas, la estructura "técnico-logística" de la banda terrorista ha quedado "extraordinariamente diezmada y con menor capacidad de influencia".

Interior, en un comunicado, ha explicado lo detalles de la denominada "operación Descubrimiento", en la que se ha dado el tercer golpe a esa estructura en sus poco más de dos años de funcionamiento, pues se creó en 2014 cuando ETA anunció el desmantelamiento de su entramado "logístico-militar". En esa reorganización, se creó la rama "técnico-logística", encargada del sellado de los depósitos de armas.

La operación, desarrollada por la Guardia Civil y la Direction Générale de la Sécurité Intérieure (DGSI) francesa, ha permitido la incautación de 75 pistolas automáticas, 70 revólveres, dos fusiles de caza, 130 cargadores de pistolas, cartuchos de munición y diferentes elementos sueltos de pistolas y revólveres.

Son armas que ETA robó en 2006 en Vauvert, a más de 800 kilómetros de Carlepont, donde se encontraba el zulo encontrado. Es decir, "otro duro revés" a las estructuras logísticas de ETA en Francia, el tercero desde su creación en 2014.

Interior recuerda que el 28 de mayo de 2015 se incautaron en Biarritz un total de 26 armas cortas, muchas de ellas procedentes del robo perpetrado por ETA en Vauvert, cuantiosa munición, además de material explosivo, sustancias para su fabricación y placas de matrícula francesas.

El segundo revés hacia la estructura "técnico-logística" se produjo el 7 de julio de 2015, consiguiéndose, en el marco de la Operación "Tonel", localizar y detener a los dos máximos responsables de la mencionada estructura: Xabier Goyenechea Iragorri y Joseba Iñaki Reta de Frutos.

La operación "Descubrimiento" constituye un duro golpe a las estructuras de ETA, pues supone "la pérdida de una importantísima cantidad de su arsenal armamentístico".

En este sentido, Interior expone que la "brillante" actuación de los Equipos Permanentes de Información de la DGSI y la Guardia Civil, realizada en el marco de la cooperación policial internacional "dificulta sobremanera la gestión del material de que aún dispone la organización terrorista".

Añade que esta operación policial "constituye un paso más hacia el final irremisible de ETA, es un ejemplo del trabajo meticuloso y continuado en el tiempo efectuado por la Guardia Civil y la DGSI, y una prueba más de la derrota de facto de la banda terrorista por parte del Estado de derecho".