Los vecinos de Boquiñeni y Pradilla (Zaragoza) han comenzado a ser desalojados de sus viviendas, los primeros a petición de la Confederación del Ebro (CHE) ante el riesgo de que se rompa una mota de contención del río, y los segundos como medida preventiva.

En Boquiñeni están censadas unas mil personas y en Pradilla alrededor de seiscientas, y, aunque de momento no se han facilitado el número de personas afectadas, fuentes del Gobierno de Aragón han informado hoy de que el desalojo afecta a todos los vecinos de sendas localidades.

Dichas fuentes han explicado que la CHE ha pedido el desalojo de Boquiñeni porque la mota de contención del río igual no aguantaba la presión del mismo y no tenía muy claro que no se produjera algún incidente.

En este pueblo, el desalojo se realiza con medios propios del ayuntamiento y de la comarca, además de con vehículos de particulares y autobuses.

El trasladado se efectúa al polideportivo de Luceni, un pueblo a 3 kilómetros.

Boquiñeni está a orillas del Ebro pero tiene además el problema de que está ubicado debajo del nivel del agua.

La mota de contención era el punto principal de preocupación en Aragón en estos días y, de hecho, los soldados de la Unidad Militar de Emergencias (UME) estuvieron hace dos días intentando reforzarla, ya que había filtraciones, aunque finalmente se decidió no hacerlo porque el peso del material haría peligrar aún más esta barrera de contención.

Ayer se acordó construir otra barrera unos metros más atrás, si bien ahora la opción elegida es el desalojo.

En Pradilla, la orden de desalojo ha sido preventivo y a petición de los vecinos.

En este segundo caso, el Gobierno de Aragón y la Cruz Roja han puesto a disposición de los habitantes ambulancias y medios para transporta a una población bastante envejecida.