La portavoz de CDC, Mercè Conesa, ha descartado hoy la desobediencia en el caso de que el Tribunal Constitucional vete la consulta, con el fin de salvaguardar la imagen internacional y porque existe, a su juicio, un marco de "legalidad y legitimidad" para celebrar dicho referendo.

En una entrevista en Catalunya Ràdio, Conesa ha afirmado que su partido no está "en el marco de la desobediencia civil porque la comunidad internacional nos observa" y, además, la consulta se hará amparada en la ley de consultas, que aprobó ayer en el Parlament tras pasar el filtro del Consejo de Garantías Estatutarias, por lo que, en su opinión, la normativa respeta el Estatut y la Constitución.

Así, disponiendo del marco de "legalidad y legitimidad", la cita del 9 de noviembre se deber organizar con "garantías democráticas", que pasan, según Conesa, por que se puedan construir las mesas, se puedan abrir los colegios electorales y centros de votación y que pueda participar todo el mundo, también los que rechazan la independencia.

La dirigente de CDC ha augurado que, en caso de suspensión de la consulta, los partidos que la impulsaron (CiU, ERC, ICV-EUiA y CUP) estarán "a la altura del momento histórico" y seguirán "remando por la unidad" para organizar las acciones alternativas que posibiliten que los ciudadanos voten su futuro político.

La también alcaldesa de Sant Cugat (Barcelona) ha advertido al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, de que se "equivoca" si piensa que con "barreras jurídicas" podrá contener un movimiento ciudadano en Cataluña que "quiere votar".

En cuanto a las relaciones entre CDC y UDC, Conesa ha afirmado que "no tiene por qué" imaginar un futuro sin los democristianos, y ha asegurado que Convergència respetará lo que decida Unió en cuanto al sentido de voto en las preguntas de la consulta del 9N.