El Partido Popular subrayó esta anoche su victoria electoral en los comicios europeos, que ha ganado siendo el partido que gobierna, aunque también ha asumido el voto de castigo después de dos años y medio en los que ha tenido que tomar decisiones impopulares y pedir "muchos esfuerzos a los españoles". Con esta explicación ha analizado los resultados electorales la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, tras conocerse que los populares han perdido siete escaños con respecto a los logrados en 2009, y se han quedado en dieciséis eurodiputados, frente a los catorce del PSOE, que pierde también otros siete.

Cospedal, que compareció ante los medios de comunicación junto al cabeza de lista del partido, Miguel Arias Cañete, recalcó que el PP ha sido el único partido de gobierno en los grandes países de la UE, junto con el alemán, que ha ganado las elecciones, y eso, subrayó, "es una buena noticia".

Cospedal también ha puesto énfasis en la diferencia con el PSOE, que según ha dicho ha aumentado con respecto a los comicios de 2009, y ha agradecido la participación en estas elecciones, en las que se pensaba que iba a haber una mayor abstención.

Ni la secretaria general ni el cabeza de lista han querido entrar a analizar la importante pérdida de votos que ha registrado el PP -2.600.000 votos menos que los que logró hace cinco años- y, en consecuencia, de escaños, al pasar de 23 a 16.

En esta comparecencia no ha habido preguntas y la número dos ha convocado a todos hoy, mañana, una vez que se analicen los datos en la reunión del Comité Ejecutivo Nacional del partido, que presidirá Mariano Rajoy.

Miguel Arias Cañete subrayó en sus palabras su satisfacción por haber mejorado la distancia con los socialistas tras una campaña electoral "dura".