El expresidente del Gobierno español Felipe González dijo ayer que si el exjefe del Ejecutivo Jose María Aznar quiere volver, "que vuelva", aunque subrayando que lo único que le inquietaría es que se sintiera obligado a hacerlo "para salvar a la patria".

González se refirió así a las declaraciones de Aznar en las que no cerró la puerta a su eventual regreso a la política activa en declaraciones a los periodistas en la jornada sobre el futuro de Europa en la que participa en la capital francesa. "Si quiere volver que vuelva, ningún problema, está muy bien, pero para competir como otro más", dijo González.

"Si lo hace como salvapatrias, entonces sí me quedaría inquieto", recalcó el expresidente, quien, ante las críticas de Aznar al Ejecutivo de Mariano Rajoy, señaló que tiene absoluta libertad para definir sus propias posiciones y que no quiere contraponer las figuras de Aznar y Rajoy.

Según recalca, se puede discrepar de las políticas que está llevando a cabo el Gobierno y recordó que él mismo ha expresado su posición contraria a las mismas, pero precisó que, desde la discrepancia, se puede estar dispuesto a cooperar y ayudar en lo que conviene al país. González reiteró su comparación de los expresidentes como "jarrones chinos" en el sentido de que son valiosos, pero estorban allá donde se les coloque.

Además, sugirió que mantuvo la semana pasada una entrevista con el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, en el Palacio de la Moncloa. Aunque dijo que no le corresponde a él confirmarlo, señaló: "Cuando el río suena...".

González participa en París en una jornada sobre el futuro de Europa organizada por el Instituto Berggruen, que será clausurada por Rajoy y en la que han intervenido, entre otros, el presidente francés, François Hollande, y el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schauble.

A su juicio, España "no está en recesión, sino en depresión" si se atiende al alto nivel de paro y reclamó una "respuesta inmediata" por parte de la UE.

"Se necesita una respuesta inmediata y reformas estructurales", resaltó. A su juicio, la UE ha conseguido sobrevivir a la crisis pero "no hemos respondido realmente", puesto que los problemas en el funcionamiento del sistema financiero que la originaron no se han corregido.

González recordó que España entró en la crisis con solo un 37% de deuda, superávit en las cuentas públicas y crecimiento próximo al 4%. "España respetó el Pacto de Estabilidad mucho mejor que los países más poderosos de Europa". Sin embargo, los desequilibrios se manifestaban ya en el fuerte déficit por cuenta corriente por el endeudamiento de hogares y empresas. "La decadencia de Europa no puede tener otra respuesta que una federalización de Europa, de las políticas económicas y presupuestarias".

las claves

Considera que el exlíder conservador, aparte de tener libertad para criticar al Gobierno, puede aspirar a volver al poder "pero para competir como otro más". Cree que, desde la UE, se necesita una respuesta inmediata y reformas por el alto paro en España, "que no sufre una recesión, sino una depresión". Recuerda que, al entrar en la crisis, España tenía "solo un 37% de deuda, superávit y crecía al 4%; cumplía más el Pacto de Estabilidad que los países más poderosos de la UE".