Un vecino de Pinilla de los Barruecos (Burgos) ha sido condenado por un delito contra la fauna a una multa de más de 7.000 euros, a pagar una indemnización de 5.000 y al decomiso del vehículo todoterreno que utilizaba para cazar corzos fuera de la temporada hábil y con medios prohibidos.

Se da la circunstancia de que el individuo, cuya identidad responde a las iniciales C.C.F, fue sorprendido el pasado año cuando realizaba prácticas cinegéticas ilegales y su identificación fue posible a que se le captó por cámaras espía instaladas por agentes medioambientales de la Junta de Castilla y León.

Según la delegación territorial de la Junta de Castilla y León en Burgos, el furtivo fue sorprendido en el verano de 2010 por agentes medioambientales y celadores de Medio Ambiente cuando colocaba lazos de acero para la caza ilegal de corzo en cotos de caza de las localidades de Hacinas y de Pinilla de los Barruecos.

Los agentes del Servicio Territorial de Medio Ambiente especializados en la lucha contra el furtivismo instalaron un sistema de cámaras espía que se activan automáticamente con el movimiento, gracias a las cuales pudieron captar estas actividades ilícitas e identificar a su autor. El condenado cortaba la cabeza de los corzos macho estrangulados por los lazos y abandonaba en el campo sus cuerpos, así como las corzas y crías de corzo por no serle de utilidad.

Requerida la intervención del Seprona de la Guardia Civil, se registró la vivienda y el vehículo todoterreno del furtivo, de manera que se pudo comprobar la presencia de más de un centenar de cabezas de corzo y 200 lazos de acero.

Los lazos son métodos de caza prohibidos por la Ley de Caza por tener un carácter no selectivo, y puede afectar no solo a hembras preñadas o crías, sino a varias especies protegidas por su valor ecológico, a las que produce una muerte lenta y cruel por estrangulamiento.