Mariano Rajoy defendió la necesidad de las reformas que está emprendiendo su Ejecutivo y consideró que quienes se oponen a ellas están instalados en el inmovilismo y sería irresponsable hacer caso a las voces que, ante la situación actual, piden no hacer nada.

Rajoy reprochó esas actitudes en su intervención en el acto organizado por el PP en Oviedo. El jefe del Ejecutivo, que en varias ocasiones a lo largo de su discurso dejó claro que va a seguir haciendo todas las reformas que considere necesarias, señaló que en ellas está el futuro.

"Quienes se oponen a las reformas, quienes dicen que no les gustan, quienes se oponen a todo, están en el inmovilismo, y yo aceptaré todo, pero lo único que no puedo aceptar, porque sería una irresponsabilidad, es que se me diga que no haga nada, porque eso es lo peor en estos momentos y conduce inevitablemente al fracaso", advirtió.

Mariano Rajoy recordó que su Gobierno aún no ha llegado a cien días y ya ha comenzado a sentar las bases del futuro de la economía.

Y lo ha hecho, según él, no pensando en las próximas veinticuatro horas, sino en el largo plazo, y, por ello, es necesario tomar medidas ahora "porque si no se siembra, jamás se va a cosechar nada".

Tras enumerar muchas de las decisiones que ha ido adoptando en este tiempo se ha preguntado: "Qué quieren? ¿Que no haga nada?".

A su juicio, hay que adoptar decisiones porque no se pueden resolver problemas con recetas antiguas, algunas de ellas de más de treinta años, que ya no sirven.