El comunicado de ETA del pasado 10 de enero en el que anunciaba un alto el fuego de "carácter general, permanente y verificable" ya apuntaba la idea de que al cese de los atentados se sumaba también un parón en la extorsión a los empresarios, a través del llamado "impuesto revolucionario".

Hace dos días, la patronal navarra recibió una carta de ETA en la que la banda le anunciaba el cese de la extorsión como consecuencia del alto el fuego declarado en enero, un anuncio confirmado también por la patronal de los empresarios vascos.

Y es que el alto el fuego "permanente" y "verificable" de otras treguas etarras, contó en enero con otro apellido, el de "general".

Un calificativo ambiguo que fuentes de la lucha antiterrorista consultadas por EFE ya interpretaron entonces como un cese de la actividad terrorista en todos los ámbitos, también en el chantaje económico.

El propio diario Gara hacía esa misma interpretación del comunicado de la banda, y destacaba que ETA hubiera renunciado a "otras actividades que, como ha ocurrido en anteriores procesos, puedan distorsionar la dimensión de esta apuesta política".

No obstante, la banda terrorista ha continuado haciendo "movimientos" de dinero en Francia, como demuestra la detención el pasado 21 de marzo de la presunta etarra Ione Lozano Miranda, con 48.000 euros en efectivo.

Las Fuerzas de Seguridad francesas investigan el origen de esa importante cantidad de dinero, aunque fuentes de la lucha antiterrorista no consideran que se trate de un cobro reciente del llamado "impuesto revolucionario", sino más bien, de un traspaso de fondos desde la dirección logística de ETA hacia alguno de sus grupos operativos.

De hecho, el presidente de la Confederación de Empresarios de Navarra, José Antonio Sarría, ha afirmado hoy que desde el pasado mes de octubre no le consta que ningún empresario de la comunidad foral haya recibido cartas de ETA reclamando dinero.

También el presidente de Confebask, José Miguel Lazpiur, ha reconocido en diferentes comparecencias públicas a lo largo de los últimos meses que tampoco ha tenido conocimiento de que se hubieran recibido nuevas cartas de extorsión recientemente.