El presidente de honor del PP, José María Aznar, acusó ayer al Gobierno de haber hecho todo lo posible para destruir el modelo autonómico, al que ha llevado "al borde del precipicio", y ha instado a recuperar el gran pacto de 1978 y el Estado de las Autonomías plasmado en la Constitución.

En la inauguración de la Convención Nacional del PP, Aznar se ofreció al líder de su partido, Mariano Rajoy, en todo lo que pueda ser de ayuda "como un militante más" en la "gran tarea" de sacar a España del paro, del "retroceso social, del deterioro institucional y de ponerla de nuevo en el camino del éxito".

Aznar consideró "sorprendente" que se diga que quiere "cambiar el modelo de Estado" con su propuesta para hacerlo "racional" y asegurar que "con sus 17 autonomías y sus dos ciudades autónomas" sea sostenible.

El expresidente del Gobierno dijo que los daños del "saldo de las políticas socialistas" de estos años son muy graves, pero no son irreparables.

"Habrá que empezar por recuperar el gran pacto de 1978: una nación, una -remarcó- que se otorga el derecho a la autonomía y se garantiza la solidaridad; una nación, la española, que tendrá que recuperar el Estado de las Autonomías plasmado en la Constitución; una nación que tendrá que trabajar en fortalecer lo que nos une", afirmó Aznar.

El presidente de FAES acusó al Gobierno de haber intentado cambiar la Constitución por la puerta de atrás, de debilitar el tejido de la "cohesión" y la "solidaridad" que une a los españoles y de sembrar el revanchismo para intentar excluir al PP.

Por ello, afirmó que su partido tendrá que trabajar "duro" para "recuperar la unidad y la concordia" y aseguró que lo hará "sin revanchas, sin trincheras, sin fracturas y sin intentar ajustar cuentas pendientes".

"Habrá que empezar por convocar a los españoles a un gran proyecto nacional de recuperación, de regeneración, de reformas", agregó Aznar, para quien hoy, como en 1996, las reformas y la modernización de España sólo tienen un camino: el PP.

España, prosiguió, necesita un presidente reformista, no un "transformista de la política", un Gobierno reformista, no "uno que se disfraza de lo que más le conviene en cada momento".