La mayoría de dirigentes de ERC se muestran favorables a introducir cambios, más o menos profundos, en la estrategia del partido que ha conducido a su fuerte retroceso electoral pero son reacios a forzar un congreso extraordinario y a un relevo en la "cúpula".

Según fuentes de los dos grandes sectores que conviven en ERC, sólo en el hipotético caso de que el actual líder -Joan Puigcercós- no fuese avalado por el Consell Nacional del día 18, se plantearía la posibilidad de un congreso extraordinario. Entre tanto, Puigcercós propone una votación secreta en el Consell.