Técnicos del Ayuntamiento de Palma tomaron ayer muestras del material y la estructura del edificio que el lunes se derrumbó en la capital palmesana, suceso en el que murieron siete personas, para determinar las causas del desplome mientras unos sesenta vecinos de los inmuebles colindantes permanecen desalojados y no podrán volver esta noche a sus casas.

Cinco de las siete víctimas mortales del suceso, entre tanto, fueron identificadas en el Instituto Anatómico Forense, y queda pendiente concretar la filiación de un matrimonio alemán que residía en el edificio, ubicado en la calle Rodríguez Arias y que se hundió, según los vecinos, a consecuencia del mal estado del inmueble.

Resultaron heridas dos personas, una mujer -madre y esposa de dos de los fallecidos- que permanece ingresada con pronóstico reservado, y un hombre, que ayer recibido el alta.

En su trabajo, los técnicos encontraron restos de uralita, lo que obligó a tratar ese material con líquido especial para evitar la emisión al aire de partículas de amianto