Cuando se han cumplido 7 años del anuncio del convenio que se llevaría a cabo con Endesa para iluminar los 15 edificios más emblemáticos del casco histórico lagunero, determinados sectores sociales preguntan el motivo por el que no se ha ejecutado dicho proyecto, por entender que sería de gran importancia para resaltar sus fachadas de cara al turismo que visita la ciudad.
El proyecto perseguía que los edificios más sobresalientes del centro histórico de La Laguna pudieran ser admirados de noche en una dimensión diferente a como está acostumbrada la población, gracias a un convenio entre el ayuntamiento y la fundación Endesa para iluminar 15 construcciones que son fieles representantes del patrimonio arquitectónico de Aguere.
El concejal de Patrimonio, Urbano Medina, destacó en su momento: "La alcaldesa, Ana Oramas, ha dado ya los pasos para que el proyecto sea una realidad. La obra supondrá una inversión de 790.876 euros y abarca el alumbrado artístico de los siguientes edificios: Ayuntamiento de La Laguna, Casa del Padre Anchieta, ermita de San Miguel, Palacio de Nava, monasterio de Santa Catalina, Palacio de Lercaro, Palacio Salazar, Hospital Nuestra Señora de Los Dolores, plaza de San Agustín, iglesia de La Concepción, Casa Alvarado Bracamonte, Casa del Corregidor, Casa de La Alhóndiga, Catedral y antiguo Colegio de las Dominicas".
Cuando se estudió el proyecto, se resaltó que "en todos los edificios, con la luz se subrayarán, acentuarán, destacarán y matizarán sus rasgos constructivos más sobresalientes, ya que la luz es un elemento delatador importante de la riqueza de las formas de los nobles edificios laguneros".
Los servicios técnicos del Ayuntamiento de La Laguna redactaron los proyectos de iluminación de cada uno de los edificios, pero nunca se ejecutó la obra.
El argumento que dio el concejal Urbano Medina para que prosperara el proyecto es que se realzaría "la belleza y singularidad de la arquitectura de La Laguna a través de una cuidada iluminación, de modo que tanto desde cerca como desde la lejanía se podrán distinguir y apreciar en todo su esplendor. No solo permitirá admirar los edificios al caer la noche, sino que crearía una atmósfera mágica alrededor de los mismos.
Los técnicos, como se informó en su día, para la iluminación monumental de La Laguna, señalaron que se habían cuidado al máximo los detalles, tratando cada edificio de forma individual, haciendo especial hincapié en aquellos aspectos más singulares, a fin de resaltar de forma única uno de los valores artísticos del patrimonio de la ciudad.
El proyecto tenía presentes el sistema de iluminación, el nivel de la misma, la potencia de la lámpara y el color. Asimismo, se valoraba mucho el impacto que pudieran provocar la colocación de las luminarias y las agresiones de su instalación en los edificios.
En paredes lisas se perigue la ausencia de cambios bruscos de luz o sombras no deseadas, mientras que en superficies estrechas y elevadas la luz deberá llegar de forma uniforme y con una reflexión a pesar de la compleja arquitectura. A la hora de iluminar superficies con bajorrelieve se evitaba que una potencia lumínica excesiva difuminara los detalles, y al abordar los grandes conjuntos se usarían distintas tonalidades de luz y varios tipos de orientación y potencia que permitieran jugar con la altura de los edificios, creando efectos de profundidad y perspectiva cuando así se requiera.
El proyecto pretendía integrar la luz y su color, potenciando las características arquitectónicas del edificio, resaltando el conjunto y sus partes. No se trataba de una cuestión de vatios, sino de estilo, calidad y ambiente.
El grupo de gobierno de CC en 2004 defendió el proyecto por entender que haría más agradable el entorno del casco histórico y que sería un atractivo para llenar de vida La Laguna, sobre todo por las noches.
El edificio que contaba con un mayor presupuesto para su iluminación es la iglesia de La Concepción (169.867 euros), y en el mismo, igual que en los otros, se siguieron las normas para que la luz no afectara a la calidad del cielo de Tenerife.