El Orfeón La Paz, de La Laguna, cumple este miércoles, día de los Reyes Magos, medio siglo de reparto de juguetes a los niños más pobres del municipio a través de su popular Peña de Juguetes, que vende lotería para recaudar dinero para hacer realidad las ilusiones de los más pequeños en la mágica mañana de Sus Majestades de Oriente.

La entrega de juguetes a los niños pobres es toda una tradición en el municipio, muy esperada por muchos menores y padres desde que llega la Navidad. Muchos son los que recuerdan aquel local (hoy sede principal de CajaCanarias) del Orfeón frente a la plaza de La Concepción, en una de cuyas ventanas que daba a un cuarto se exponían los regalos recolectados con el dinero generoso de los ciudadanos y de los regalos aportados por comerciantes de la ciudad. Un cuarto mágico en el que todos podían ver una tablilla con la siguiente frase: "En la mañana de Reyes, los niños pobres te agradecerán con una sonrisa tu donativo".

Los más conscientes de la ciudad tiraban monedas por la ventana, contribuyendo así a que el Orfeón aumentara el número de regalos para los más necesitados del municipio.

Entre las características más singulares y loables de esta histórica iniciativa destaca que los Reyes Magos del Orfeón La Paz reparten juguetes no bélicos. Además, antes de su reparto, los orfeonistas ofrecen un desayuno caliente para quitar el frío de todos los niños que desde antes de amanecer forman cola.

EL DÍA sabe muy bien que el Rey Melchor del Orfeón tiene una idea muy clara para la sociedad y que desea que todos la entiendan muy bien: "En la actualidad, los niños maltratados siguen siendo víctimas del despiadado Herodes, que aflora en el corazón de muchos padres y reyes de la droga. Ojalá que durante todo el año, sin ser la Fiesta de la Epifanía, los más pequeños reciban el regalo del noveno artículo de la Declaración de los Derechos del Niño".

Dicho artículo dice lo siguiente: "El niño debe ser protegido contra toda forma de abandono, crueldad y explotación. No será objeto de ningún tipo de trata. No deberá permitirse al niño trabajar antes de una edad mínima adecuada; en ningún caso se le dedicará ni se le permitirá que se dedique a ocupación o empleo alguno que pueda perjudicar su salud o educación o impedir su desarrollo físico, mental o moral".

El Orfeón tiene claras estas normas mínimas de humanidad hacia los menores, a muchos de los cuales, entre los más necesitados, ha conseguido alegrar la mañana de Reyes desde hace ya medio siglo.