La empresa Víctor Rodríguez será la encargada de empezar el día 1 de julio los trabajos de demolición de la cúpula y las bóvedas que forman la cubierta de la Catedral de La Laguna, según dio a conocer anoche, en las Casas Capitulares, el deán Julián de Armas, acompañado de los miembros del Cabildo Catedral. Los trabajos se harán a mano, con mucha precisión, y concluirán a finales de diciembre.

Julián de Armas explicó que la mesa de adjudicación de la obra estaba formada por seis arquitectos; el presidente de la Asociación de Amigos de la Catedral, Teófilo López; el viceecónomo, Víctor Oliva de León, y el deán de la Catedral, Julián de Armas.

Todos ellos estuvieron analizando las ofertas presentadas por las cuatro empresas que optaban a realizar la obra, como fueron Víctor Rodríguez, Acciona, Fronpeca y Dragados. Los representantes de cada una de ellas, y durante ocho horas, explicaron ayer sus proyectos, una información que, como destacó Julián de Armas, "es una aportación valiosísima y contribuirá a la historia de la Catedral".

El deán Julián de Armas dijo que durante la deliberación de la mesa de contratación para adjudicar la obra se mantuvo contacto, vía teléfono, con el obispo de la Diócesis de Tenerife, Bernardo Álvarez.

El Ministerio de Cultura comunicó al Obispado que ya cuenta con un millón de euros para las obras y que será librado el próximo mes por el Ministerio de Economía del Gobierno central.

Terminado el acto, EL DÍA habló con los propietarios de la empresa adjudicataria, representada por Víctor Rodríguez y sus dos hijos, quienes se encontraban muy satisfechos.

Rodríguez dijo que "esta obra representa para mí muchas cosas como, por ejemplo, el trofeo en una carrera de fondo. Además, es la guinda a mis 50 años de entrega al mundo profesional de la construcción que celebré recientemente". Añadió que en La Laguna ha realizado más de 100 obras de restauración como, por ejemplo, la iglesia de La Concepción, el ex convento de Santo Domingo o el Obispado, que está a punto de finalizar.

Su hijo José Luis Rodríguez manifestó que el proyecto de demolición presentado lo acompañó de una serie de infografías de cómo será la demolición, explicando a este periódico que por donde primero se empezará será por la cúpula. "Para ello -dijo- se pondrá un andamio que rodee esta cúpula o cimborrio, se quitará la cruz y se irá demoliendo hacia abajo. Pero será de forma manual, quitando pequeños trozos que no serán tirados sobre la cubierta, sino bajados mediante sistemas especiales de seguridad como tubos de amplio diámetro".

Desmontada la cúpula, se colocará una carpa de lona sobre el techo de la Catedral y se empezará a demoler a mano las bóvedas, de la fachada hacia la parte trasera, es decir, desde el coro hasta el altar mayor, pero de forma simétrica, es decir, se quita una bóveda de la izquierda y luego otra de la derecha, para evitar desplazamientos hacia los muros del techo.