Álvaro Cervera llegó ayer a Tenerife y se reunió con su amigo desde hace años Quique Medina, nuevo director deportivo del representativo y que busca un entrenador para su nuevo proyecto. Su primera opción es el exdelantero internacional, actualmente sin equipo y cuyo último trabajo fue la pasada campaña en la máxima categoría, en el Racing, con el que no pudo eludir el descenso.

Cervera representa el perfil que Quique expuso ayer sobre su ideal de técnico para el Tenerife. Joven, con experiencia en la categoría, con gusto por el buen fútbol...

Álvaro, de 46 años de edad (20-09-1965), nació en Guinea Ecuatorial debido a motivos laborales de sus padres, pero se crió en Santa Cruz de Tenerife, donde dio sus primeros pasos en el fútbol, ju-gando en el Alegría y en las categorías inferiores del Tenerife, donde coincidió con Medina.

A la edad de 15 años se trasladó a Cantabria, donde militó en el Atlético Perines y en el Rayo Cantabria, antes de pasar al Racing de Santander, club en el que se hizo profesional. Posteriormente jugó en Primera con el Mallorca y el Valencia, llegando a ser internacional con España. Acabó sus años como futbolista en equipos de Segunda B, como Águilas, Almería, San Fernando, Hércules y Ontinyent, donde colgó las botas.

Una vez retirado siguió vinculado al fútbol como entrenador. Su primer club fue el Catarroja, en Preferente, donde sustituyó a José Luis Oltra, con el que le une una gran amistad. Unos años más tarde le tocó relevar a otro exblanquiazul, Felipe Miñambres, en este caso para entrenar al Alicante. Entre una etapa y otra dirigió al Villarreal de categoría juvenil, de nuevo al Catarroja -en Tercera-, al Castellón, con el que logró el salto a la Segunda A, y al Almansa. A partir de ahí siguió su carrera en la Cultural Leonesa, con el que disputó la fase de ascenso a la categoría de plata, y en los dos siguientes cursos (09/10 y 10/11) repitió en otros dos clubes de Segunda B, el Jaén y Real Unión.

Su última experiencia le sirvió para estrenarse en las divisiones superiores, ya que en la misma temporada, la 2011/12, estuvo al frente de un equipo de Segunda A (Recreativo) y otro de Primera (Racing). Y es que Álvaro rescindió de manera unilateral su contrato con el Decano para asumir, sin éxito, el desafío de evitar el descenso del club cántabro cuando faltaban 12 jornadas para el final.