Miguel Concepción no asistía a la presentación de un entrenador desde que contrató a Gonzalo Arconada -julio 2010-. Desde entonces habían sido los diversos directores deportivos -Santiago Llorente, Juanjo Lorenzo y Pedro Cordero- los que han asumido el protagonismo en estas ocasiones. Ayer, el presidente dio un paso adelante para explicar el noveno cambio en el banquillo del equipo desde el descenso a Segunda, asumir su cuota de responsabilidad, reafirmar su compromiso con la entidad y apelar a la unión para lograr el ascenso a Segunda.

Octavo entrenador destituido. ¿Se ha planteado que ya no es un problema solo futbolístico?

Son los resultados los que hacen buenos o malos a los entrenadores. La pasada temporada en Segunda A se creó un proyecto de ascenso. No lo digo yo. Mis conocimientos futbolísticos son limitados. Muchos expertos de ámbito nacional catalogaban a la plantilla como la mejor y, sin embargo, descendimos. Se intentó por todos los medios cambiar la dinámica contratando entrenadores porque de la plantilla uno no se puede deshacer. Fue eso lo que nos llevó a cambiar a tantos entrenadores.

Por lo que dice, supongo que asume, por lo tanto, sus errores...

Sí. ¡Que más quisiera que haber acertado y traer un solo entrenador! Pero hay que tomar decisiones, con el asesoramiento del área deportiva. A veces se acierta y otras no.

¿Entiende que el aficionado puede entender que su discurso está agotado?

La opinión del aficionado la respeto. Cada uno es libre de pensar y opinar. No estoy agotado. Llevo algunos años en el club. Ha habido éxitos y fracasos. Y seguimos trabajando. De manera incomprensible se perdió la plaza en Segunda y estamos tratando de reconstruir la situación y sacarlo hacia arriba. La suma de desaciertos es mayor que la de aciertos, pero no me doy por vencido. No soy de los que abandono. Seguimos con las mismas ganas y fuerza. Y mantengo lo que he dicho siempre: si viene gente responsable, con solvencia, capaz de mantener la vía de la consolidación de la institución, buscando éxitos deportivos, Miguel Concepción no tendrá problemas para dar un paso a un lado. Pero, mientras Miguel Concepción no va a abandonar el club.

Ahora decide darle el mando del equipo al entrenador de filiales, el que fue ayudante del entrenador destituido en verano -David Amaral-, con el que tiene un juicio el viernes. ¿No cree que todo es demasiado rocambolesco?

Quique Medina estuvo con David Amaral de segundo, pero me parece que no debemos mezclar. Cuando se llegó al acuerdo de no renovar a David, se acordó que se sumara a nuestra cadena de filiales donde viene desarrollando una excelente labor. Una cosa no tiene que ver con la otra. Trabajaban juntas, pero son dos personas distintas y con él hay armonía. No se tiene por qué vetar a un profesional si no se llega a un acuerdo con otro. En ese aspecto tengo las cosas bastante claras. Han trabajado juntos, pueden ser grandes amigos, pero hoy en día Quique Medina se debe a nuestra cadena de filiales. Con David no se llegó a un acuerdo y ya se verá cómo queda este asunto en los juzgados.

Pero, ¿tantos cambios no son contraproducentes para el club?

No. Todo eso forma parte del organigrama que hemos trastocado en función de la situación que se ha producido. Es algo normal. Tienen bastante lógica. Consideramos y así nos lo hecho saber la dirección deportiva que por los cinco partidos que quedan lo mejor era fichar a un entrenador de la casa. Ya lo he dicho muchas veces: si yo tuviera suficiente cantera todos serían canarios.

¿Ese mismo criterio no se pudo utilizar en verano para dejar a David Amaral?

A David Amaral se le contrató diez partidos de la Liga anterior, con el equipo en Segunda A. Luego se contrató a un nuevo equipo técnico y la dirección deportiva decidió no contar con los servicios de Amaral. No se pudo llegar a un acuerdo con él para rescindir ese año que le quedó. Él estimó que iba a los juzgados y vamos a ver qué se dice allí. Ahora, yo no lo voy a imponer a un director deportivo nada.

¿La intervención del consejo en la elección del nuevo entrenador ha sido mayor ahora que en otras ocasiones?

No. He visto con buenos ojos la proposición que me ha hecho la dirección deportiva de darle la oportunidad a Quique Medina. Estoy convencido de que ha acertado. Me parece fenomenal.

Le he entendido que aquí no hay suficiente cantera para formar parte del primer equipo...

Lo que he dicho es que nos gustaría que todos los jugadores de la plantilla fueran de la tierra, pero no es así. De Canarias se van a la Península y de allí se vienen aquí. Eso sucede desde hace años.

A lo mejor es porque no tienen oportunidades...

Todo puede ser. Cada uno es libre de irse. Últimamente se impone la cultura de captar a los chicos desde pequeños y al final los padres son los que quieren llevárselos a los equipos grandes.

¿Sigue confiando en Cordero?

Ha habido dos cambios de entrenador y no acertó. Pero sí ha tenido aciertos. La plantilla ha estado prácticamente toda la temporada en play-off. Creo que ha cumplido con el objetivo para el que se le contrató: hacer una plantilla para tener opciones de ascenso. Lo que espero es que con esta tercera opción en el banquillo lo consigamos.

¿Se han puesto al día con las mensualidades adeudadas a los futbolistas?

Se están tramitando los pagos. Dependemos de nuestros principales patrocinadores. Del Gobierno de Canarias hay una cantidad importante pendiente; Banca Cívica tiene otra y me consta que está haciendo los máximos esfuerzos por hacerla llegar al club; con el Cabildo estamos pendientes de firmar el patrocinio, ... Todas esas cosas se están trabajando. Estamos en una situación delicada, pero indudablemente desde el consejo haremos el máximo esfuerzo por poner al corriente a la plantilla en cuestión de días.

¿Qué le diría a la afición para mantener la esperanza?

Entre todos hemos conseguido estar arriba, que era lo que se pretendía. Y si seguimos con ese apoyo, así se lo pido a la afición, vamos a tener posibilidades. Todos unidos queremos seguir en esa lucha. Por supuesto que la plantilla, el cuerpo técnico, el consejo, la afición, ... tenemos que luchar por el mismo objetivo. Todos nos necesitamos. Y los aficionados, en este caso, son pieza clave para conseguir el ascenso.