Lewis Hamilton arrancó esta madrugada (6:00 hora canaria) desde la "pole" en el Gran Premio de Australia, el primero del Mundial de Fórmula Uno, después de una calificación en la que McLaren copó la primera fila y en la que Ferrari tuvo un mal día, al acabar Fernando Alonso en duodécimo lugar.

En la calificación Alonso pisó la hierba, perdió el control de su Ferrari y acabó varado en la grava tras salirse de pista en la entrada de la primera curva de la que hubiese sido su decimotercera vuelta de la calificación, la tercera de una sesión que se interrumpió unos instantes -a falta de ocho minutos- a causa de este incidente.

El asturiano no entró en la Q3, reservada a los mejores diez, una sesión a la que tampoco accedió su compañero brasileño Felipe Massa, que acabó en la decimosexta posición en una jornada para olvidar desde la óptica de la escudería italiana.

Hamilton fue el primero de los seis campeones mundiales en liza en golpear y de madrugada, la carrera comenzaba a las 6:00 hora canaria, salía desde la primera fila junto a su compañero y compatriota Button.

Tras ellos, desde la segunda, lo hacían el francés Romain Grosjean (Lotus), que sorprendió con su tercer puesto, y el séptuple campeón alemán Schumacher, que confirmó que Mercedes se puede erigir en una de las revelaciones. Lewis ya avisó en la tercera y última sesión libre, en la que, al haber sido en mojado los dos ensayos del viernes, cada piloto dispuso de un juego extra de neumáticos.

En la que Alonso -que había acabado la jornada del viernes con buenas sensaciones- no pasó del decimosexto y Massa firmó el 18, dejando entrever lo que podría suceder en una calificación a la que Ferrari entró advirtiendo desde su gabinete de comunicación que sería "inútil esconder la verdad".