Con Raúl Llorente se puede decir eso de que más que un fichaje, es un refuerzo. Lo demostró en su estreno en Alcalá y también en su implicación desde el primer día.

¿Cómo marcha su adaptación?

Por cómo soy y por cómo me están tratando, va muy bien. La gente me está ayudando y también influye que he querido adaptarme rápido.

¿Y cómo es Raúl Llorente?

El carácter de cada uno tiene mucho que ver y me considero una persona muy positiva y abierta.

Se le vio comprometido con el club el día de su presentación...

Ese día hablé sin tener nada preparado. Dije lo que sentía. Y siento que quiero estar aquí y que quiero hacerlo bien. Así lo expresé.

Entonces, parece que Raúl en-caja en el Tenerife y viceversa...

Me han dicho que quizás no era el momento de venir, pero yo opino lo contrario. Me lo tomo como un reto personal para intentar hacerlo lo mejor posible y tratar de mejorar la situación del Tenerife.

¿Se lo pensó mucho al recibir la llamada de Pedro Cordero?

Sinceramente, sí porque no me gusta hacer las cosas a la ligera. La única duda que tuve fue el inconveniente de bajar de categoría. Pero para mí no es un paso atrás, porque en Xerez no estaba contando mucho y aquí se me abría la posibilidad de participar más. Tras valorar eso, todo fue muy rápido.

¿Le pareció tentador "bajar" para sumarse a un grande de la categoría como el Tenerife?

Sí, claro. Por eso también acepté. Si me hubiera llamado cualquier otro equipo de Segunda B, probablemente lo hubiera rechazado a la primera. Por eso digo que no es un paso atrás. Estamos hablando del Tenerife, de un club que tiene un proyecto para ascender y también mimbres para lograrlo. En el vestuario se nota que tanto los jugadores como los técnicos quieren llegar al ascenso. La predisposición es buena, hay ganas y pienso que lo vamos a lograr, pero no será un camino de rosas y tampoco nos van a poner las cosas fáciles. Hay cinco o seis rivales en el grupo que están buscando la misma meta y tenemos que apretar los dientes. Por eso no podemos desperdiciar ni un día ni un partido, porque no nos podemos permitir perder puntos. Hay que ir a por todos, ya que al final podríamos necesitarlos.

¿Qué Tenerife ha encontrado?

Vine con muchas ganas, pero los compañeros ya se encargan de contagiarme. Ves que hay mucha ilusión y que la gente está comprometida, y eso te anima más aún.

¿Esperaba debutar en Alcalá?

No, pero he venido a intentar jugar y el míster me dio esa oportunidad y estoy muy agradecido. Intentaré no salir de las alineaciones, pero sé que aquí nadie regala nada. Hay compañeros que están apretando y no te puedes dormir. Aquí nadie tiene el puesto asegurado.

¿Ser un lateral ofensivo es algo vocacional o de formación?

Siempre jugué como defensa, pero cuando estuve en los filiales del Atlético de Madrid aprendí que los laterales tenemos que incorporarnos mucho al ataque. Me decían que si me quedaba atrás, no les hacía falta. Además, es algo que me gusta, y no se trata de subir por subir sino de hacerlo con un objetivo, buscar un centro, una ayuda o lo que sea, porque la aportación desde las bandas oxigena mucho a un equipo. Entonces, pienso que un lateral tiene que ser así. Si no, un equipo pierde mucho recorrido.

¿Cómo fueron sus inicios?

Jugué en Alcobendas, que es donde viví desde niño. Me fue muy bien, tuve buenos entrenadores. Allí me enseñaron la base que todo futbolista debe saber. Luego tuve la fortuna de que el Atlético me incorporó a su equipo cadete.

Se marchó sin poder dar el salto el primer equipo...

Estuve tres años en el filial, muy a gusto, pero no me dieron la oportunidad de subir al primer equipo. No culpo al Atlético, porque puede ser que no me lo mereciera o que no estuviera en mi mejor mo-mento. Me volvería loco si me pusiera a pensar en los motivos. A partir de ahí me ofrecieron una salida amistosa y seguí mi carrera en otros destinos (Alavés y Xerez). Hay que salir, crecer, buscar nuevos lugares... Me acaba de pasar en Jerez. Me sentía como en casa, pero no estaba teniendo minutos y tuve que encontrar otro desafío.

¿Una etapa feliz de su carrera?

Cuando participé en las categorías inferiores de la selección española.

Fue la mejor época. Coincidí con una generación en la que estaban Cesc, Sergio Ramos, David Silva...

¿Y un recuerdo para borrar?

Con 17 años tuve una lesión de rodilla importante. Estuve muchos meses sin jugar, pero me esforcé para seguir adelante y superarlo. Es algo que ya está olvidado.