El base español Ricky Rubio declaró ayer, en su multitudinaria rueda de prensa de presentación, que llega a la NBA "para jugar y hacer mejores a los Timberwolves". La frenética actividad continuó por segundo día para el base, que tuvo su presentación ante los medios de comunicación como nuevo jugador de los Timberwolves de Minnesota.

Acompañado por el presidente del equipo David Kahn y su familia, Rubio, de 20 años, que vestirá el número 9 con los Timberwolves, dijo sentirse "muy feliz" de estar en Minneapolis y agradecido por el gran recibimiento que todos le han dado a su llegada a la ciudad.

"No tengo problemas con el clima y soy consciente de que el proceso de adaptación a la NBA no será nada fácil, pero llego mentalizado para trabajar muy duro todo el tiempo", adelantó Rubio, que fue seleccionado en el sorteo universitario del 2009 por los Timberwolves con el número cinco.

"He llegado a la NBA para jugar al baloncesto. Me gustan todas las cosas que me están sucediendo, pero lo que realmente deseo es jugar al baloncesto, un sueño hecho realidad".

"Sé que toda la organización y los aficionados han tenido la paciencia de esperarme durante dos años, pero a cambio llego más maduro, formado en muchos aspectos del juego", valoró Rubio. "A la vez, creo que estoy más preparado para toda la presión que se me pueda generar a mi alrededor".

Rubio también fue directo cuando dijo que para nada veía como algo negativo que se haya despertado una gran expectación en torno a su llegada, porque entre otras cosas llevaba en el campo profesional desde los 14 años.

"Soy consciente de todo lo que se espera de mí, pero al final el trabajo debe ser de todo el equipo y, por lo tanto, el gran objetivo es conseguir que los Timberwolves mejoren de cara al futuro", señaló Rubio, que también se definió con un base a la vieja usanza, al más puro estilo "Magic Johnson".