A dos días del debut en el Europeo sub''21, la selección española ha revolucionado la habitual tranquilidad de la pequeña comarca de Silkeborg, volcada con los chicos de Luis Milla, a los que apoya con más camisetas azulgranas que rojas. El ''espíritu Barça'' está presente.

Louise es una joven danesa que ama el fútbol. Tanto le apasiona que acude a cada entrenamiento de España con la cara pintada de azulgrana y un "BARÇA" escrito en su frente en mayúsculas. Hoy su historia fue una más entre los cerca de 700 seguidores que acudieron a las instalaciones deportivas de Silkeborg para presenciar en directo el entrenamiento.

Son respetuosos. No molestan durante el entrenamiento. No cantan. Ni gritan gol. La educación danesa quedó patente en una hora de trabajo donde las órdenes de Luis Milla se escucharon con total claridad desde cualquier rincón del terreno de juego. Apenas unos segundos de pasión cuando los jugadores saltan al césped y cuando se retiran. En la búsqueda por el autógrafo, por la fotografía. Es donde aparecen historias que hacen al fútbol más humano.

Hoy Bojan Krkic se retiró con rapidez. No le dio tiempo a cruzarse en el camino de Louise. Con la cara pintada, bufanda del Barcelona, camiseta azulgrana y mochila con el escudo culé pidió un favor a Luis Milla. "Da esta carta a Bojan. Es para todos". El seleccionador se sobrepuso al asombro inicial. Cuando entendió lo que intentaba decirle en inglés, cumplió su deseo.

Se adentró en el vestuario con un sobre en la mano. Sin saber que se lo entregaba una joven jugadora de fútbol en Silkeborg cuyos referentes son los valores del Barça. Louise dedicó unas líneas a todos los internacionales mostrando que una cultura de fútbol traspasa fronteras y llega al lugar más insospechado del planeta.

Escrita a mano, la carta mostraba la cultura, el modelo de juego del Barcelona, como el ejemplo a seguir por la sub''21. Como ocurre en la absoluta, en la que la columna vertebral la forman jugadores de Pep Guardiola. "Son una familia y lo muestran en el terreno de juego", aseguraba aún con la emoción de lo que acababa de vivir, aguantando las lágrimas.

Es la muestra de lo que acompañó a España a dos días de su estreno ante la poderosa Inglaterra. Numerosas camisetas del Barcelona entre los seguidores, del argentino Leo Messi la mayoría. Alguna de David Villa y una de Iker Casillas. Un madridista danés que no encuentra entre los internacionales ningún representante de la cantera del Real Madrid. Tan solo Juan Mata y Dani Parejo, y emigraron hace tiempo.

Las noticias deportivas son positivas para Milla. Ya cuenta con todos sus jugadores. El último en sumarse al grupo fue Iker Muniaín, recuperado de una amigdalitis. David De Gea ya hace puerta mejorado de la fractura de un dedo meñique y Mata es uno más en el grupo.

Milla probó mezclando ideas entre dos equipos. Dejó entrever la que se perfila defensa titular: Azpilicueta, Botía, Domínguez y José Ángel. Y maneja numerosas variantes ofensivas. A España le falta un 9 goleador, pero le sobran futbolistas de segunda línea. Tendrá que decidir entre Mata, Thiago, Parejo, Capel, N''Sue y Muniaín.

La sesión del día concluyó con el ensayo de disparos, buscando afinar la puntería para el primer día de competición. A su finalización se acabó la paz por unos minutos. Llegó el momento de sentir de cerca al ídolo.

Con la misma naturalidad que caracteriza a la España campeona de Europa y del mundo, los jugadores firman autógrafos y se fotografían, pasando de puntillas por historias, como la de Louise, que muestran la globalización del fútbol. El ''espíritu Barça'' está de moda.