Óscar Pérez conoce el camino de regreso a Segunda División. Lo recorrió la pasada temporada con su actual equipo, el Granada, después de participar en el ascenso a Primera del CD Tenerife en 2009.
El centrocampista advierte de que ganarse una de las cuatro plazas que permiten subir a la categoría de plata "es muy difícil" y asegura que para ser un equipo competitivo en Segunda B es necesario "tener una mentalidad diferente" a la que se emplea en las divisiones profesionales, entre otras cosas porque "los rivales aprietan mucho y los campos son peores". Es más, el asturiano sostiene que "el fútbol es completamente distinto y te ves obligado a cambiar el chip y ser más fuerte". A su juicio, lo peor de la competición en la que seguramente jugará el Tenerife la próxima temporada, a pesar de que "todavía tiene opciones de salvarse", son los estadios que visitará con el fin de obtener un botín de puntos suficiente. "Normalmente son campos pequeños, en mal estado y en los que resulta muy difícil jugar, por lo que debes practicar otro fútbol".
Además, Óscar destaca la conveniencia de finalizar la fase regular en el primer puesto de la clasificación, aunque ser líder tampoco garantice el ascenso. "Está claro que siendo primero tienes más opciones, porque puedes subir ganando una eliminatoria y no necesitas imponerte en tres, como le pasa a los demás candidatos".
En cualquier caso, Pérez no da por descendido a su exequipo, al que tendrá como rival el domingo en Los Cármenes. El futbolista no sale de su asombro por ver a los blanquiazules tan mal clasificados. "Nadie esperaba ver al Tenerife en esta situación", confiesa Óscar, que tiene muy presente la buena imagen que dio el conjunto insular en el partido que disputó el Granada en el Heliodoro y que supuso el debut de Antonio Tapia en el banquillo tinerfeño. "Cuando fuimos a la Isla el equipo respondió y se vio que podía salir adelante".
Con vistas al enfrentamiento de la segunda vuelta, Pérez aclara que "la posición del Tenerife no significa que el partido esté ganado".