Con la categoría virtualmente perdida, a los futbolistas del Tenerife solo les queda defender su dignidad profesional en los siete partidos de Liga que restan. Se acogen -cada vez con menos convencimiento- a las opciones matemáticas que todavía le dan vida al equipo y prometen despedirse con la cabeza alta. "Si nos tenemos que ir, que sea luchando", explicó ayer Marc Bertrán sin obviar el destino que le aguarda al representativo.

El capitán del Tenerife admitió que evitar el descenso a Segunda B "está muy complicado", pero igualmente apuntó que el equipo está obligado a "pelear" mientras no esté "matemáticamente abajo". En definitiva, considera que "la consigna" de los blanquiazules en el tramo final del campeonato no es otra que "intentar sumar" cada fin de semana, empezando por la visita del domingo al Granada.

Por simple orgullo deportivo o quizás por la conveniencia de dejar abierta la puerta a un regreso a la categoría por la vía administrativa este mismo verano, el defensa ilerdense sostiene que el Tenerife debe pelear por escalar algún puesto en la clasificación, aunque su puntuación no le de al final para abandonar las cuatro últimas plazas. "Si no se puede conseguir el objetivo, habrá que estar lo más arriba posible. Si nos tenemos que ir, que sea luchando y en la mejor posición posible, porque es mejor quedar cuarto que tercero por la cola".

Respetuoso con David

Bertrán tratará de contribuir participando en el encuentro en Los Cármenes. Primero tendrá que recuperar una plaza en la convocatoria, pues Amaral no lo incluyó en la lista de la pasada jornada. El defensa, que fue descartado por primera vez para un partido desde que pertenece al Tenerife, asumió la decisión del técnico "con mucho respeto", principalmente porque "hay otros compañeros que pueden jugar bien". Una vez vivida esta nueva experiencia, el lateral se centra en "trabajar cada día para estar disponible" y aclara que se esfuerza para "estar siempre lo me-jor posible", pues garantiza que sus intenciones son "las mejores".