El Sevilla y el Borussia Dortmund juegan hoy en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán, en la sexta y última jornada del Grupo J de la Liga de Europa, un partido definido por ambos equipos como una final, ya que uno de los dos quedará fuera del torneo, en el que ya está clasificado el PSG francés.

El equipo español necesita al menos el empate para asegurarse la segunda plaza del grupo, mientras que al alemán sólo le vale la victoria para entrar en los dieciseisavos de final, lo que le da al partido una total trascendencia.

La formación que entrena Gregorio Manzano, que ya ganó en Dortmund (0-1) en la primera vuelta de esta fase y precisamente con el debut en el banquillo del técnico jiennense, no llega precisamente en sus mejores momentos a este compromiso, ya que acumula cinco derrotas consecutivas, cuatro en el torneo doméstico -Mallorca, Getafe, Villarreal y Almería-, más otra en Europa, ante el París SG.

Esa mala racha ha creado mucha inseguridad en los sevillistas, que parecen que están con el rumbo perdido, pero que no renuncian a reaccionar en un choque que puede servir de punto de inflexión.

Manzano tiene ya con el grupo a tres jugadores que llevan tiempo de baja por lesión, el defensa argentino Federico Fazio, el delantero brasileño Luis Fabiano y el campeón del mundo español Jesús Navas, aunque la participación de los tres parece algo prematura.

Para este partido, el número cien del Sevilla en competiciones de la UEFA, es baja segura el lateral izquierdo Fernando Navarro, por sanción, y está renqueante de unas dolencias el extremo argentino Diego Perotti, por lo que el técnico apurará hasta última hora para decidir su alineación inicial.

El Borussia Dortmund, por su parte, llega al duelo decisivo en medio de una gran campaña en la Bundesliga, en la que es líder claro y ha puesto tierra de por medio frente a sus perseguidores. El Dortmund, en el torneo alemán, ha ganado 43 puntos de 48 posibles, tiene la defensa más sólida y la delantera más eficaz.Por el liderato

El Villarreal se enfrenta al Brujas en la última jornada de la primera fase, jugando por primera vez en Bélgica ante un rival que en los últimos años ha sido una víctima propicia para los clubes españoles.

Los castellonenses necesitan ganar para asegurar el primer puesto, importante de cara al sorteo de la próxima eliminatoria, aunque para ello deben mejorar sus prestaciones a domicilio, ya que han perdido en sus últimas dos salidas y sin marcar un solo gol.

Sin embargo, el Brujas parece a priori un rival propicio para revertir esta tendencia, ya que el equipo belga tan sólo ha logrado imponerse a un rival español en los últimos 13 encuentros con un balance de siete derrotas y seis empates.

El conjunto belga se impuso la temporada pasada al Valencia por 1-0 en la Liga de Europa mientras que el Barcelona, en dos ocasiones, y el Zaragoza fueron capaces de derrotar al Brujas en su estadio. No obstante, es el equipo con más experiencia en la Liga Europa de los que hay en liza.