El empresario catalán Sandro Rosell alcanzó la presidencia del Barcelona tras ganar las elecciones celebradas ayer en el Camp Nou gracias a una incontestable mayoría absoluta, con 35.021 (61,35%), y derrotar así a sus tres adversarios, Agustí Benedito (8.044), Jaume Ferrer (6.168) y Marc Ingla (7.014).

Las cifras del escrutinio reflejan un dato también sorprendente y es que los votos de Sandro Rosell y los de Agustí Benedito evidencian que el socio barcelonista ha querido poner un punto final con el continuismo y también, en cierta forma, con el laportismo, ya que esta corriente ha quedado tocada de muerte.

Para el socio barcelonista, el continuismo encarnado en Jaume Ferrer y Marc Ingla sólo ha merecido el 23% del reconocimiento, lo que pone de manifiesto que los siete años exitosos de Laporta no han merecido continuidad en uno de sus candidatos más próximos y sí una corrimiento de simpatía hacia el personaje que en el 2003 resultó determinante para darle al Barça un toque de grandeza en el campo.

Rosell se convertirá en el trigésimo noveno presidente del FC Barcelona en los 110 años de historia, aunque no será hasta el 1 de julio cuando sustituya oficialmente a Joan Laporta, quien habrá completado siete años en el cargo.

En realidad, el éxito en las urnas de Rosell, que tendrá un mandato de seis años, tiene los trazos del obtenido por Laporta hace siete años, cuando accedió a la presidencia al conseguir la mayoría absoluta en las elecciones, con 27.138 votos (52,57%).

No obstante, en el caso de Rosell las cifras son aún más impactantes, ya que ha resultado ser el presidente con el mayor número de votos (también merced a que el electorado era el más numeroso, con 118.665 asociados con derecho a voto) de la historia, no así en el porcentaje, después de que Josep Lluís Núñez reeditase en el 1997 la presidencia con el 76,3% de los votos (24.025 votos).

Sandro Rosell accederá a la presidencia del FC Barcelona después de haber completado una corta pero intensa campaña electoral, ya que fue el último precandidato en salir a la escena.

Josep Lluís Núñez, Jordi Pujol y otros tantos celebraron en el Camp Nou la llegada de Sandro Rosell a la presidencia, a pesar de que sus rivales se han cansado de advertir que el club se pone en riesgo con la entrada del nuevo mandatario, amenaza que no caló en los socios blaugrana.