La Copa del Rey se ha convertido en los últimos años en una competición teledirigida para limpiar de incómodos rivales pequeños el camino de los grandes hacia las rondas decisivas. Desde el punto de vista de un Segunda, el sistema es más que sospechoso. Los que han llegado hasta aquí han debido superar dos eliminatorias para medirse a un adversario de la máxima categoría. Para el Tenerife, ahora con la visión de un Primera, la ventaja de jugar la vuelta en casa le obliga a superar esta eliminatoria para soñar con otra gran taquilla en el Heliodoro... o con la utopía de llegar muy lejos.

No será el rival más fácil este Celta de Eusebio Sacristán, que comienza a encontrar su fútbol en las últimas semanas. Lejos de la zona alta de la clasificación, hoy mezclará titulares y suplentes en su once inicial. La novedad principal estará en el estreno de Jonathan Vila, ya recuperado de una lesión. Hombres importantes como Noguerol, Bustos, Abalo o Arthuro formarán de inicio en un equipo que esperaba un Primera de mejor cartel, que ve al Tenerife asequible y tiene esperanzas de seguir adelante. Por eso, la directiva no subió los precios (entre 10 y 25 euros).

Mientras, hablar del once que puede alinear esta noche José Luis Oltra es casi como jugar a la quiniela. Puedes acertar muchos, pero será difícil el pleno. Lo normal es que Luis García tenga su opción en la portería, pero en la defensa ya hay una duda razonable: el lateral izquierdo. Aunque es el suplente, no parece tan claro que Héctor vaya a tener su oportunidad. Las alternativas, mantener a Bellvís, desplazar a Pablo Sicilia y hasta probar con Ayoze. Esta última posibilidad resolvería otro entuerto. Hay cinco hombres de ataque y sólo cuatro plazas. Entre el de La Vera, Saizar, Omar, Dinei y Ángel, uno podría quedarse en el banquillo. Por último, Richi busca pareja en el doble pivote: Román o Mikel. El que juegue podría ser el sacrificado ante el Villarreal, siempre que se confirme el regreso de Ricardo.