CHELSEA 2

EVERTON 1

ChelseaCech; Bosingwa, Álex, Terry, Ashley Cole, Essien (Ballack, m. 60), Mikel, Lampard, Anelka, Drogba y Malouda.

EvertonHoward; Hibbert (Jacobssen, m. 59), Yobo, Lescott, Baines, Osman (Gosling, m. 82), Neville, Pienaar, Cahill, Fellaini y Saha (Vaughan, m. 76).

ÁrbitroHoward Webb. Amonestó Hibbert, Phil Neville y Baines, del Everton y a Mikel y Lampard, del Chelsea.

Goles0-1, m. 1: Louis Saha.

1-1, m. 20: Didier Drogba.

2-1, m. 72: Frank Lampard.

IncidenciasUn total de 89.391 espectadores presenciaron este encuentro correspondiente a la final de la Copa de Inglaterra, disputada ayer en le estadio de Wembley, en Londres. Tarde muy calurosa.

EFE, Londres (Reino Unido)

Cumpliendo el pronóstico que le daba como favorito, el Chelsea del holandés Guus Hiddink salvó la temporada al imponerse en Wembley al Everton de David Moyes y ganar la Copa de Inglaterra.

Los "blues", que concluyeron la Liga en tercera posición por detrás del Manchester United y del Liverpool, aprovecharon ayer, bajo un sol abrasador, su último cartucho para rematar el curso con un trofeo entre las manos.

Fue la oportunidad, además, de esta plantilla de "recompensar" a su entrenador, que ha actuado como técnico interino y dejará este verano Stamford Bridge para volver a dirigir a la selección rusa.

El Everton lo intentó. Para este once se trataba de su primera final de Copa en los últimos 14 años, desde que Paul Rideout marcara el único gol que le dio este trofeo en 1995, contra el Manchester United.

Hiddink dejó fuera de su equipo inicial al alemán Michael Ballack en el medio campo, mientras que la puesta de su colega en el Everton, David Moyes, de comenzar con el francés Louis Saha, tras varios partidos ausente por lesión, tuvo premio. Y no se hizo esperar.

Fue el Everton el que estrenó el marcador a los 25 segundos de juego. Ocurrió gracias a una acción de Saha, que firmó el tanto más rápido de la historia de las finales de este torneo.

Este inicio imprevisto metió presión a la escuadra de Londres, aunque la supo digerir. Los hombres de Hiddink fueron los claros dominadores del balón; tenían la posesión pero no materializaban sus opciones. Hasta que llegó Didier Drogba, siempre efectivo, para nivelar el marcador al deshacerse de un defensa del Everton y rematar de cabeza en el minuto 20.

El Chelsea creció en dominio tras igualar el partido. Trataron de dar aire al marcador, aunque el gol del triunfo se hizo esperar.