La candidata ultraderechista a las presidenciales francesas, Marine Le Pen, defendió hoy su propuesta de decretar una "moratoria" a la inmigración legal durante "unas semanas" para poner orden ante la llegada "masiva" de extranjeros.

"La inmigración es masiva en nuestro país y la sumersión migratoria que vivimos no es un fantasma, es tal vez el secreto mejor guardado de la globalización", declaró Le Pen en una entrevista a la emisora de radio "RTL".

La candidata recordó que cada año se conceden 230.000 permisos de entrada legal, y eso "sin contar a los clandestinos, que son legalizados" gracias a una circular del anterior primer ministro, el socialista Manuel Valls.

"No se puede continuar con esta situación" porque "la inmigración pesa sobre nuestro país, no es una oportunidad, es un drama con siete millones de parados y nueve millones de pobres".

La presidenta del Frente Nacional indicó que su idea, en caso de llegar al Elíseo tras la segunda vuelta del próximo 7 de mayo, sería activar una moratoria de "unas semanas" para determinar la situación y para la puesta en marcha medidas que permitan reducir el flujo de inmigrantes a 10.000 personas el año.

Precisó que esa moratoria no impediría los visados turísticos ni los de los estudiantes.

Su principal objetivo sería el reagrupamiento familiar, que a su juicio ha adquirido una dimensión "considerable".

Le Pen, cuyas intenciones de voto en las encuestas se han debilitado en los últimos días, está endureciendo su discurso en los temas que han sido sus grandes ejes electorales, en particular la lucha contra la inmigración y contra la inseguridad.

En esa línea, repitió que si ganara los comicios "congelaría" los fondos de la ayuda médica del Estado, la partida para dar asistencia sanitaria a los sin papeles, y dedicaría ese dinero a las fuerzas de seguridad.

Preguntada sobre si confía en llegar a la segunda vuelta, la presidenta del Frente Nacional respondió: "me calificaré y acabaré en cabeza".

Según un sondeo publicado hoy por Opinion Way, Le Pen terminaría en la primera vuelta con un 22 % de los votos, el mismo porcentaje que el socioliberal Emmanuel Macron. A ambos le pisarían los talones el conservador François Fillon, con un 21 % y, a un poco más de distancia, el radical de izquierdas Jean-Luc Mélenchon.