La policía filipina mató hoy al jefe de una banda armada que ha cometido atentados mortales y que juró lealtad al grupo terrorista Estado Islámico (EI), durante una operación antiterrorista en la isla sureña de Mindanao.

El filipino Mohammad Jaafar Maguid, más conocido como Tokboy o Comandante Tokboy, fundó a finales de la década pasada la organización Ansarul Khilafa Philippines (AKP), con base en la provincia de Sanrangani, en el sur de Mindanao.

Los agentes dispararon al yihadista al resistirse al arresto durante una operación combinada de la Policía y la agencia de inteligencia que lo cercó en una playa de Sarangani, según fuentes oficiales citadas por el medio local Rappler.

Tokboy se encontraba en el interior de un vehículo acompañado de tres supuestos subalternos que fueron arrestados y puestos a disposición de las autoridades.

El integrista, que estaba considerado un peligroso terrorista por los cuerpos de seguridad, fue detenido en 2009 y condenado por asesinato y robo con violencia, entre otros delitos, pero escapó de la cárcel en 2010.

Antes de fundar AKP, okboy militó y llegó al rango de comandante en el Frente Moro de Liberación Islámica (FMLI), la mayor organización musulmana armada del país en la actualidad y que firmó la paz con el Gobierno en 2014.

AKP, más pequeña que otras bandas que operan en la región como Abu Sayyaf, Maute o Luchadores por la Libertad Islámica del Bangsamoro (BIFF), es responsable de atentados con bomba que causaron la muerte de varias personas en Mindanao.

Las autoridades filipinas mantienen que AKP no tiene vinculación alguna con el EI, pese a que la banda publicó un vídeo en 2015 en el que le juraba lealtad.

Mindanao, donde habita el mayor número de los 10,7 millones de musulmanes que viven en Filipinas, es escenario desde hace más de cuatro décadas de un conflicto separatista islámico que ha causado entre 100.000 y 150.000 muertos y ha paralizado el desarrollo de esta región abundante en recursos naturales.