El ministerio público de la Confederación Helvética ha cerrado una investigación de espionaje político en un hotel de lujo en Ginebra porque si bien ha podido comprobar que los hechos delictivos ocurrieron no ha podido atribuirlos a nadie en particular.

En un comunicado distribuido hoy, la Fiscalía suiza anunció que cerraba la investigación criminal que abrió en mayo de 2015 contra desconocido por sospechas de que se había habido espionaje político en un hotel de lujo de Ginebra.

El hotel acoge regularmente al secretario de Estado estadounidense, John Kerry, así como varios de sus homólogos, y ha sido sede de algunas de las negociaciones de paz sobre el conflicto sirio.

Tras ser avisado por el Servicio Federal de Inteligencia (FIS) de sospechas de ciberespionaje, el Consejo Federal (gobierno) autorizó a la oficina del Procurador General de la Confederación a abrir una investigación, pesquisa que ha concluido ahora, un año y medio después.

En el marco de esta investigación, la policía hizo un registro del hotel y se incautó de abundante material informático.

De dicha investigación se desprendió que "un número significativo" de ordenadores del hotel, tanto servidores como los privados de clientes, habían sido infectados con una forma de virus informático.

Este virus informático (malware) "se desarrolló para poder espiar, y se usa para obtener información de los ordenadores infectados", especifica el comunicado.

Sin embargo, la investigación no ha podido determinar quiénes fueron los autores del acto criminal.

"No hay evidencias de la identidad de los responsables ni en los documentos obtenidos, ni como resultado de las investigaciones. Por lo que a pesar de que hay evidencia de actividad criminal, esta no puede ser atribuida a personas específicas", explicita el texto.

Ante esta situación, el Fiscal General ha decidido cerrar la investigación.