Los presidentes de Bolivia, Evo Morales, y de Perú, Ollanta Humala, efectuaron hoy sendas visitas a Ecuador para entregar ayuda humanitaria en zonas devastadas por el terremoto que el pasado 16 de abril asoló la costa norte del país andino.

Ambos mandatarios se sumaron a la solidaridad "in situ" demostrada también por su colega colombiano, Juan Manuel Santos, que el pasado domingo visitó una de las zonas devastadas por el terremoto en la provincia costera de Manabí, la más golpeada, y a la que llegó con ayuda humanitaria.

Morales llegó esta mañana a la ciudad de Manta (oeste) donde expresó su solidaridad con la gente afectada por el terremoto de 7,8 grados de magnitud, considerado el mayor desastre de los últimos 67 años en Ecuador y que dejó 659 muertos.

"Mucha fuerza, somos una familia, parte de la Patria Grande, siempre estaremos (...), en lo que podamos, siempre acompañaremos esos problemas que se presentan", dijo Morales, e insistió en que Bolivia estará junto a Ecuador para "acompañar con lo poco que tenemos".

Morales recorrió zonas de Manta afectadas por el sismo junto con su colega ecuatoriano, Rafael Correa, quien le agradeció la ayuda que ha entregado a su país en estos momentos difíciles.

Correa destacó la "increíble" ayuda de Bolivia, pese a ser un país de menor renta que Ecuador, y dijo que el peso de la situación "se hace más ligero cuando pueblos hermanos nos ayudan a cargarla".

"Parece que la Pachamama (madre tierra, en quichua) está poniendo a prueba a la nación ecuatoriana, de qué fibra estamos hechos", dijo Correa al recordar que ayer, lunes, un río se desbordó y causó la muerte de al menos cuatro personas, otras cuatro desaparecidas y daños en la localidad de Alluriquín.

Morales regresó a su país después de recorrer la zona afectada de Manta, a la que horas más tarde llegaría Humala, también con un cargamento de ayuda humanitaria para los damnificados.

El presidente del Perú, país que ha enviado entre 900 y 1.000 toneladas de ayuda humanitaria a Ecuador, dijo que su apoyo intenta aunar esfuerzos para, "en el tiempo más pronto que se pueda, recuperar la normalidad en estas zonas afectadas por el sismo".

Lamentó la pérdida de vidas, pero saludó "la rápida reacción del Gobierno ecuatoriano" y también "el ánimo que he podido apreciar, (...) de la gente que sigue batallando, que no se deja vencer por la adversidad y que más bien eso los fortalece más".

"Creo que esa es una característica de nuestros pueblos", apostilló el mandatario peruano, que dijo ser consciente de que ningún país puede considerarse libre de sufrir este tipo de eventos.

Pero "sí podemos unir fuerzas para enfrentar esto y salir adelante, como tiene que ser entre pueblos hermanos", agregó Humala al expresar que "Perú está presente en los momentos difíciles que está viviendo Ecuador".

De su lado, Correa reiteró que el potente sismo del pasado día 16 es "la tragedia más grande que enfrente el país en los últimos 67 años".

Un último informe de la Secretaría de Gestión de Riesgos (SGR) de Ecuador indica que, como consecuencia del terremoto, 659 personas han muerto, 40 permanecen como desaparecidas, 29.067 han sido ubicadas en albergues temporales y 27.732 han recibido asistencia de salud, 4.605 de ellas por heridas.

"Por supuesto que vamos a llorar a nuestros muertos, por supuesto que vamos a recordar a nuestros seres queridos, por supuesto que vamos a entristecernos, pero dentro de esa tristeza mantendremos la esperanza, mantendremos el ánimo, mantendremos la voluntad más firmes que nunca", remarcó un emotivo Correa.

El mandatario elogió la ayuda que la comunidad internacional ha enviado desde todo el mundo, pero subrayó la actitud de los países latinoamericanos, en especial de los andinos.

"Estás cargas tan pesadas, estos inmensos desafíos se enfrentan mejor cuando tenemos amigos que nos tienden la mano, países hermanos, como es el caso del Perú", añadió el mandatario ecuatoriano.

"Realmente la ayuda que nos ha dado Perú ha sido enorme", ya que incluso ha enviado buques de su Armada y tres helicópteros, uno de ellos como ambulancia, que se encuentran en la base aeromarítima de Manta, resaltó Correa.

Sin embargo, volvió a exigir la creación de una secretaría de gestión de riesgos de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), el máximo organismo de integración regional.

"Unidos, a nivel de Suramérica, juntando esfuerzos, podemos tener mucho más apoyo, mucha más seguridad, mucho más recursos para esta clase de desastres", pero hasta tanto, se requiere de la solidaridad, apuntó Correa.