Centenares moscovitas acudieron hoy a depositar flores al puente junto al Kremlin donde anoche fue asesinado a tiros el líder opositor liberal ruso Borís Nemtsov, un crimen que sus correligionarios han calificado de "político".

La policía no obstaculiza el paso de la gente hacia el extremo del puente sobre el río Moscova que da a la catedral de San Basilio, donde cuatro balas segaron la vida del dirigente opositor, de 55 años.

A media mañana un montículo de flores se elevaba ya en el lugar del asesinato.

"Era una persona muy buena, talentosa, llana. Es una gran pérdida, una tragedia horrible. Estamos ante un asesinato político muy grave", dijo a la prensa visiblemente emocionado el fundador del partido liberal ruso Yábloko, Grigori Yavlinski, quien se personó en el lugar de asesinato.

El político subrayó que el asesinato de Nemtsov no fue "casual" y recalcó que la oposición no cejará en su lucha contra las políticas del Kremlin.

"Hay que hallar a los asesinos, y hacerlo de manera rápida, transparente y con pruebas", subrayó.