Ucrania mató hoy dos pájaros de un tiro para estabilizar el este del país y la economía nacional al aprobar una ley que garantiza tres años de autogobierno a los rebeldes prorrusos y ratificar la asociación comercial con la Unión Europea.

"Díganme: ¿Quién va a decidirse ahora a cerrar las puertas de Europa a Ucrania? ¿Quién va a estar en contra de darnos esperanzas de ingreso en la Unión Europea, para lo que hoy hemos dado el primer y decidido paso?", aseguró Petró Poroshenko, presidente ucraniano.

La Rada Suprema (Legislativo) aprobó hoy ambos documentos, aunque con muchos peros, ya que los separatistas siguen sin renunciar a la independencia, mientras el Acuerdo de Asociación no se aplicará en su totalidad hasta 2016.

En ambos casos, las reticencias rusas jugaron un importante papel, ya que el Kremlin pide mayores competencias para las regiones rusohablantes ucranianas de Donetsk y Lugansk, y considera que la asociación UE-Ucrania perjudicará a su economía.

Para empezar, Poroshenko logró que los diputados aprobaran las dos leyes que remitió al Parlamento para otorgar una autonomía "temporal" a las zonas controladas por los rebeldes y una amnistía condicionada a los milicianos.

El autogobierno afectará sólo a un tercio de las dos regiones limítrofes con Rusia, es decir, el territorio que estaba bajo control rebelde cuando entró en vigor el alto el fuego acordado el pasado 5 de septiembre.

En el marco de esa autonomía, esas zonas podrán celebrar elecciones locales el próximo 7 de diciembre para elegir a sus representantes ante Kiev.

Además, la ley permitirá el libre uso de la lengua rusa, inclusive en la educación, una de las principales demandas de los insurgentes y del Kremlin.

A su vez, la Rada aprobó otra ley que estipula una amplia amnistía para aquellos milicianos que no hayan cometido crímenes graves, como el derribo en julio del avión de Malaysian Airlines con 298 personas a bordo.

Como condición, el proyecto exige a los milicianos que en el plazo de un mes depongan las armas, liberen a todos los rehenes y desalojen los edificios administrativos.

Aunque mantiene que el autogobierno no socava la integridad territorial de Ucrania y las elecciones son la única vía de que el este prorruso tenga interlocutores legítimos ante Kiev, Poroshenko no se libró de las críticas.

Ésta ley representa "la plena rendición de los intereses de Ucrania", dijo Yulia Timoshenko, ex primera ministra ucraniana, quien acusó a Poroshenko de "legalizar el terrorismo y la ocupación de Ucrania".

Mientras, el líder nacionalista del partido Svoboda (Libertad), Oleg Tiagnibok, advirtió de que, al igual que ocurriera en Crimea, las elecciones en Donetsk y Lugansk "se celebrarán bajo el punto de mira de los fusiles".

Tras las elecciones, "los criminales y los terroristas recibirán plena legitimidad", dijo Tiagnibok, cuyo partido rechazo en pleno tanto el autogobierno como la amnistía para los insurgentes.

La reacción de los separatistas no se hizo esperar y los dirigentes de la autoproclamada república popular de Donetsk aseguraron que apoyarán la iniciativa sólo en el caso de que allane el camino para la independencia.

"Puedo decir con absoluta seguridad de que no seremos parte de Ucrania. La unión política con Ucrania es una frontera que no podemos cruzar", afirmó Andréi Purguin, viceprimer ministro del Gobierno separatista de Donetsk.

Los insurgentes prorrusos no sólo renuncian a formar parte de un Estado unitario ucraniano, sino que exigen el total control administrativo de ambas regiones tras el correspondiente repliegue de las tropas ucranianas y la posibilidad de mantener relaciones económicas exteriores con la vecina Rusia.

En cuanto al Acuerdo de Asociación, en la Rada apenas hubo fisuras y el documento suscrito a finales de junio en Bruselas obtuvo el respaldo de 351 diputados.

El Gobierno ucraniano aprobará en breve un programa de reformas para adaptar la legislación nacional a los estándares europeos en materia de libertad de expresión, leyes anticorrupción, clima inversor, visados o protección de los derechos intelectuales.

"La aplicación del acuerdo comenzará desde el primer minuto", proclamó ufano Poroshenko, aunque la creación de la zona libre de comercio entre Kiev y los Veintiocho deberá esperar.

Y es que Ucrania, la UE y Rusia acordaron el pasado viernes aplazar hasta 2016 la aplicación del acuerdo comercial, después de que Moscú amenazara con tomar medidas de protección de su mercado.

Mientras no se formalice jurídicamente ese aplazamiento, Rusia adelantó hoy que su intención es introducir aranceles al comercio procedente de Ucrania a partir del 1 de noviembre, fecha de entrada en vigor del acuerdo.

El jefe del Kremlin, Vladímir Putin, mantiene que la asociación entre Ucrania y los Veintiocho perjudicará a la economía rusa, ya que su mercado se llenará de productos europeos baratos y de buena calidad.