El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, lanzó hoy su Conferencia Nacional de Paz en un salón abarrotado con representantes de todos los sectores, incluido el empresariado, pero con la ausencia de los máximos dirigentes de la oposición, mientras en el país continúan las protestas,

"Ni pitas, ni aplausos, ni consignas, esto es un acto para el diálogo, lo más amplio posible, tolerante y respetuoso. Hemos abierto la casa para eso", afirmó Maduro al dar inicio a la conferencia en el palacio presidencial de Miraflores.

Con el llamamiento a un diálogo "amplio y tolerante" entre los diversos actores que conviven en el país, Maduro, que estuvo acompañado de su gabinete ministerial así como del presidente de la Asamblea, el oficialismo Diosdado Cabello, tendió la mano a una futura presencia en estas reuniones de la oposición ausente.

"Aquellos sectores que no aceptaron participar en esta reunión (...) no hagamos un drama de que alguien haya dicho que no viene (...) busquemos que diga que sí vienen en la próxima reunión", indicó sobre la negativa de la Mesa de la Unidad Democrática a participar en esta reunión.

La MUD anunció esta mañana que no participaría en la conferencia al considerar que la invitación suponía un "simulacro de diálogo" al cual no puede prestarse.

"No nos prestamos para lo que derivará en un simulacro de diálogo que desemboque en una burla a nuestros compatriotas", dijo en un comunicado la MUD.

El líder opositor Henrique Capriles ya había adelantado que aunque está a favor de la paz no harían parte de una "comparsa".

En la reunión, Maduro planteó a los participantes en la apertura de la conferencia la creación de una comisión de "coordinación y enlace" de todos los convocados y propuso tres puntos de trabajo "claves".

Respeto a la Constitución "por parte de todos", pasando por "levantar los focos de violencia que existen en el país", la defensa del país ante el intervencionismo y la defensa de la soberanía, fueron las ideas que lanzó el jefe del Ejecutivo.

En el nutrido turno de palabra participaron actores del ámbito empresarial, alcaldes, artistas, lideres religiosos o periodistas, entre otros.

El secretario general de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), monseñor Jesús González Zarate, ofreció la contribución que desde la iglesia se pueda brindar para crear "espacios de encuentro para la solución de los problemas de Venezuela para la construcción del bien común".

El presidente de Fedecámarcas, Jorge Roig, pidió a Maduro que escuche "otras voces diferentes a las que le acompañan", diciendo que en este momento hay "legitimas protestas" contra el Gobierno que, sin embargo, no justifican la violencia.

Por su parte, el alcalde de Caracas, el oficialista Jorge Rodríguez, aseguró que a pesar de "tantas agresiones", los venezolanos tienen "una vocación indeclinable por la paz", aunque, en su opinión, el país "ha sido víctima de una de las más graves infectaciones de matrices y guerras psicológicas que se hayan visto" en alusión al odio.

Esta Conferencia de Paz tiene lugar en el contexto de fuertes protestas en Venezuela desde el pasado 12 de febrero por parte de sectores estudiantiles y de oposición política en contra de las decisiones de equipo de Gobierno.

Por el bando opositor mujeres de todas las edades vestidas de blanco acudieron esta mañana a la sede de la CEV, desde donde arrancó la marcha en silencio por los fallecidos en las jornadas de protestas suscitados en el país en los últimas días, con destino a los destacamentos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB)

"Queremos paz", "No más balas", "S.O.S Venezuela", fueron algunos de los mensajes que se pudieron leer en las pancartas, muchas de ellas acompañadas con fotos de los fallecidos en durante los incidentes.

En la marcha participaron la diputada opositora María Corina Machado y Lilian Tintori esposa del dirigente Leopoldo López, encarcelado desde el pasado día 18 en una prisión militar a las afueras de Caracas acusado de los delitos de incendio, asociación para delinquir e instigación.

El oficialismo también tuvo su marcha horas antes del inicio de la "Conferencia de Paz" en Miraflores, donde Maduro recibió a miles de campesinos, en un acto en el que el gobernante aprobó ayudas y créditos al sector.

Venezuela se encuentra inmersa en una oleada de protestas desde que el pasado día 12 murieron tres jóvenes en actos de violencia tras una manifestación pacífica de estudiantes y opositores en Caracas.

Según la Fiscalía hay 13 muertos vinculados a las protestas, saldo que se eleva a 16 según versiones de prensa, y más de 150 heridos.