Los motivos de seguridad y sobre todo el respeto a las víctimas se han impuesto y el criminal de guerra nazi Erich Priebke, quien murió en Roma el pasado 11 de octubre a los 100 años, finalmente será enterrado en un lugar secreto y sin funeral público.

Así lo anunció el abogado en estos años del capitán de las SS y a que ahora representa a la familia, Pietro Giachini, quien explicó que el acuerdo "satisface tanto las exigencias espirituales y las últimas voluntades de Priebke como las de su familia".

El lugar de la sepultura no será desvelado, añadió Giachini, que no quiso tampoco añadir si el entierro será en Alemania o Italia y sólo adelantó que no será en Roma, cuyas autoridades locales lo han prohibido.

Giachini agregó que tras la sepultura de los restos mortales del criminal nazi se celebrará un pequeña ceremonia sólo para los familiares.

El abogado explicó que el lugar de la tumba se mantendrá secreto por cuestiones de seguridad para evitar que "delincuentes profanen la tumba".

Los medios de comunicación italianos informaron de que la embajada alemana en Italia aún no ha recibido alguna petición para repatriar a nadie.

El prefecto de Roma, Giuseppe Pecoraro, había dado a la familia del antiguo capitán de las SS un ultimátum para que encontrasen una sepultura o si no se ocuparían las autoridades italianas de su destino.

El ataúd con los resto de Priebke se encuentra aún el aeropuerto militar de Pratica di Mare (en el litoral romano), donde fue trasladado el 15 de octubre para evitar posibles nuevos incidentes como los que se vivieron en la localidad de Albano Laziale, donde se iba a celebrar su funeral.

Priebke fue extraditado a Italia desde Argentina en 1994, donde se había escondido y condenado a cadena perpetua.