El ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, anunció ayer que Rusia pidió a Siria que ponga su arsenal químico bajo control internacional para su posterior destrucción, y está a la espera de una respuesta del régimen de Bashar al Assad.

Por su parte, Siria dio la bienvenida a la propuesta rusa y elogió al gobierno del país por buscar "evitar la agresión estadounidense", según indicó su ministro de Exteriores, Walid al Muallem, tras conversaciones en Moscú. A pesar de recibir con buenas expectativas el mensaje ruso, el responsable sirio de Exteriores no llegó a decir explícitamente que el régimen de Bashar al Assad acepte la propuesta.

"Manifiesto que la República Arabe Siria da la bienvenida a la iniciativa rusa, motivada por la preocupación de los dirigentes sirios por las vidas de nuestros ciudadanos y la seguridad de nuestro país, y también motivada por nuestra confianza en la sabiduría del liderazgo ruso, que está intentando evitar una agresión estadounidense contra nuestro pueblo", aseveró.

Por su parte, el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, indicó que está barajando pedir al Consejo de Seguridad que reclame a Siria el traslado inmediato de su arsenal químico a lugares seguros dentro del país con el fin de que estas armas puedan ser almacenadas y destruidas.

En cualquier caso, abogó por impulsar una conferencia internacional en Ginebra y un cese de las hostilidades.

Esta propuesta se produce después de que el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, señalara ayer desde Londres que la única manera de que Estados Unidos pueda dar marcha atrás en su intención de atacar al régimen de Al Assad sería que este entregara en el plazo de una semana su arsenal de armas químicas, si bien ha manifestado sus dudas que esto ocurra.

Los periodistas también han preguntado a Kerry sobre las recientes declaraciones de Al Assad, en las que califica de "gran mentira" las pruebas presentadas por Washington sobre el ataque químico del 21 de agosto en Damasco. El responsable estadounidense aseguró que el control del arsenal químico del régimen sirio recae en manos de al Assad, de su hermano el general Maher al Assad, uno de los más altos responsables del Ejército, y de otro general que no ha identificado, informó el diario The Guardian.