El régimen de Damasco anunció hoy que ha alcanzado un acuerdo con la ONU sobre "los medios para seguir adelante" con la misión de este organismo que debe investigar el presunto uso de armas químicas en el conflicto en este país.

El Ministerio sirio de Exteriores lo reveló en un comunicado conjunto con la ONU, publicado en la página web de la agencia de noticias oficial, Sana.

Este anuncio se produce después de que el miércoles pasado el jefe de esa misión, Ake Sellström, y la Alta Representante de Naciones Unidas para el Desarme, Angela Kane, llegaran a la capital siria para analizar con las autoridades los detalles del despliegue de la misión.

Hasta ahora, el equipo de investigadores de la ONU no ha recibido permiso del régimen sirio para desplegarse en el país por las diferencias sobre el alcance de la misión.

En su nota, el Ministerio sirio de Exteriores explicó que Sellström y Kane visitaron Damasco entre el 24 y el 25 de julio, tras una invitación del Ejecutivo sirio.

Los responsables de la ONU se entrevistaron con el titular sirio de Exteriores, Walid al Mualem, con quien analizaron la labor de la misión en unas conversaciones "globales y fructíferas", explica la nota.

El régimen no dio más detalles sobre los términos del acuerdo alcanzado.

El Gobierno sirio quiere que el trabajo de los inspectores se ciña solo a la localidad de Jan al Asal, en la provincia septentrional de Alepo, donde, según sus cifras, 26 personas murieron en marzo pasado en un ataque de los rebeldes con sustancias químicas.

Rusia entregó el pasado 9 de julio a la ONU los resultados de una investigación independiente en la que aseguraron haber verificado que la oposición siria utilizó agentes químicos en un ataque lanzado en marzo pasado en Alepo.

El acuerdo entre el régimen y el organismo internacional se produce después de que el lunes pasado Jan al Asal fuera tomada por los insurgentes en enfrentamientos con las fuerzas del régimen, en los que murieron al menos 150 soldados leales al presidente sirio, Bachar al Asad, según ha denunciado el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

La agencia Sana destacó hoy que "grupos terroristas armados perpetraron una masacre contra civiles y soldados en Jan al Asal", de la que culpó a militantes del grupo radical "Ansar al Jilafa", sin ofrecer el número exacto de muertos.

Según la agencia, los cadáveres de las víctimas fueron mutilados, quemados y arrojados a una zanja en las afueras de la localidad.

La Coalición Nacional Siria (CNFROS), principal alianza opositora, ha reiterado en varias ocasiones la necesidad de que la misión de la ONU tenga acceso ilimitado a todas las partes del territorio.

Para la agrupación, las pruebas reunidas por civiles sirios y los informes aportados por Turquía, Francia, el Reino Unido y EEUU confirman que el régimen de Bachar al Asad ha empleado armamento químico en distintos puntos de Siria.

La CNFROS considera esto "una violación flagrante de las convenciones internacionales y un crimen contra la humanidad".

Los opositores se han mostrado confiados en que el equipo de Sellström trabaje de forma profesional e imparcial, aunque han expresado su preocupación "por su capacidad a la hora de llevar a cabo una investigación completa".

En un comunicado, emitido ayer, la oposición insistió en su voluntad de cooperar incondicionalmente con la misión, además de instar a los investigadores a visitar las zonas ocupadas por los rebeldes, donde podrán llevar a cabo una investigación "completa e imparcial".

Esta semana, la ONU confirmó que hasta la fecha había recibido un total de 13 denuncias de presuntos ataques químicos en Siria y dijo que "todos" están siendo investigados por el organismo internacional.

El pasado día 25, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, confirmó que ya han muerto más de 100.000 personas en Siria desde el inicio del conflicto, en marzo de 2011.