Miles de personas se preparaban ayer para las marchas convocadas para anoche por los grupos islamistas en apoyo al depuesto presidente Mohamed Mursi, cuando se cumple una semana de la masacre frente a la sede de la Guardia Republicana.

En la plaza de Rabea al Adauiya, en el este de El Cairo, los partidarios de Mursi continuaban con su acampada, enarbolando banderas de Egipto y fotografías del presidente depuesto.

Los lemas más coreados eran "Mursi, presidente de la República" y "fuera (el ministro de Defensa, Abdel Fatah) Al Sisi, Mursi es mi presidente".

Además de en Rabea al Adauiya, estaba previsto que las protestas convocadas para después de la ruptura del ayuno se celebraran en las plazas de Al Nahda y Giza, en el distrito de Ramsés y en el puente 6 de octubre, uno de los principales de El Cairo.

El miembro de la ejecutiva del Partido Libertad y Justicia (PLJ), brazo político de los Hermanos Musulmanes, Farid Ismail, dijo a Efe que las manifestaciones serían "pacíficas", aunque tendrían lugar también en los alrededores de edificios institucionales.

Ismail no descartó que algunas marchas se acercarn al palacio presidencial de Al Itihadiya en El Cairo o a la sede de la Guardia Republicana, donde hace una semana murieron 51 personas y más de 400 resultaron heridas en choques con las fuerzas de seguridad.

En una sala anexa a la mezquita de Rabea al Adauiya, en una de cuyas habitaciones se esconden miembros de la cúpula de los Hermanos Musulmanes buscados por la Justicia, Ismail subrayó que rechazan cualquier diálogo con los militares.

Este integrante del PLJ reiteró que para iniciar conversaciones se deben cumplir sus demandas: la restitución de Mursi, de la Constitución y de la Cámara alta del Parlamento, así como la anulación del golpe de Estado.