Las autoridades de Texas ejecutaron hoy a Carl Henry Blue, que fue condenado a muerte por matar a su exnovia al prenderle fuego en 1994, después de que el Tribunal Supremo de EE.UU. rechazara su última apelación.

Blue, un afroamericano de 48 años, recibió la inyección letal poco después de las 00:00 GMT del viernes en la prisión de Huntsville (Texas), según informó la cadena de televisión local KWTX.

La ejecución fue la primera de este año en Texas, uno de los estados que más aplican la pena de muerte y que en 2012 ejecutó a 15 personas.

Poco antes de la ejecución, el Supremo rechazó la apelación final de Blue, culpable en el asesinato de Carmen Richards-Sanders, que tenía 38 años en 1994.

El suceso se produjo cuando Blue entró en el apartamento de su exnovia, le vertió encima una taza llena de gasolina y después le prendió fuego con un mechero, causándole quemaduras que le provocaron la muerte días después.

Blue repitió el ritual con Larence Williams, que también estaba en el apartamento y trató de ayudar a la mujer.

Williams sobrevivió y testificó más tarde en contra de Blue, quien argumentó en su juicio que todo había sido una broma que se le fue de las manos, y que la muerte de Richards-Sanders fue accidental.

La ejecución es la segunda en todo Estados Unidos en lo que va de 2013, tras la de Robert Gleason en Virginia, el pasado 16 de enero.

En 2012, un total de 42 personas fueron ejecutadas en EE.UU., las mismas que en 2011, según la página web Death Penalty Information Center.