El presidente de EE.UU., Barack Obama, y la primera dama, Michelle, se bajaron dos veces del vehículo blindado en el que se dirigían a la Casa Blanca para saludar a los espectadores del desfile que se celebra por su investidura para un segundo mandato.

La primera vez, los Obama se bajaron de la limusina negra en la que se desplazaban a la altura de los Archivos Nacionales en medio de una gran ovación, y caminaron varias calles saludando al público, que no escatimó en aplausos y gritos.

Cerca ya de la Casa Blanca, ambos volvieron a recorrer un tramo a pie entre la algarabía de la multitud.

El presidente y el vicepresidente, Joe Biden, junto con sus esposas, encabezaron el desfile que recorrerá el kilómetro y medio que separa el Capitolio -donde juró públicamente su cargo hoy- de la Casa Blanca.

El desfile es la primera parte de las celebraciones que tendrán lugar hoy en Washington después de la ceremonia de investidura que se celebró por la mañana.

"Obama, Obama, Obama", coreaba el público, sujetando banderas estadounidenses y vistiendo camisetas y chapas del presidente.

Obama aplaudió al público antes de subirse de nuevo al vehículo frente a la antigua oficina de correos (Old Post Office), un emblemático edificio de la ciudad.

Tras los Obama, un centenar de agrupaciones musicales, bandas militares, grupos de folk y coloridas carrozas recorrerán la calle Pensilvania durante casi dos horas para acabar frente a la Casa Blanca.