Militares franceses y malienses lograron ayer imponerse a los rebeldes islamistas para retomar el control de la localidad de Diabaly, situada en el centro de Malí. Los rebeldes, según diplomáticos, están mejor entrenados y equipados de lo que pensaba Francia.

Francia, que ha advertido que la presencia de los terroristas y rebeldes salafistas en Malí pone en riesgo la seguridad de los países africanos y occidentales, lleva ocho días de ataques aéreos para intentar frenar el avance de los insurgentes hacia el sur del país y derrotarlos.

"Los soldados están en la ciudad desarrollando operaciones de limpieza", explicó el alcalde de Diabaly, Oumar Diakité. "Hay muchos vehículos incendiados que los islamistas han intentado esconder en los huertos".

Uno de los jefes del Ejército de Malí destacado en la vecina localidad de Markala ha indicado que las fuerzas terrestres ya están desplegadas en Diabaly, situada a unos 360 kilómetros al noreste de Bamako, aunque no pudo confirmar si Diabaly, que fue tomada por los extremistas el lunes, se encuentra ya controlada.

La toma de Diabaly supondría la segunda victoria importante lograda por el contingente francés después de lograr que los islamistas abandonaran el jueves por la noche Konna, situada al norte de Sevare.