Turquía respondió ayer con fuego de artillería a un obús lanzado desde Siria que cayó en la provincia meridional de Hatay sin causar víctimas.

El obús sirio cayó a unos 50 metros de la frontera entre los dos países y no causó muertos ni heridos, confirmó el gobernador de Hatay, Mehmet Celalettin Lekesiz, según la agencia semipública Anadolu.

El proyectil impactó cerca del municipio de Yailadagi, en el extremo sur de la provincia, donde parte la carretera a la importante ciudad portuaria siria de Latakía.

Las unidades militares turcas estacionadas en este área "devolvieron el fuego", aseguró el gobernador, sin ofrecer más detalles.

El jueves otro obús cayó en la misma provincia, concretamente en el municipio de Hacipasa, desatando el pánico entre los residentes locales, aunque sin causar heridos. "Hay una gran cantidad de metralla y cayó apenas a cien metros de las casas", denunciaron fuentes locales.

Los lugares de impacto se hallan a más de 250 kilómetros de Akçakale, el pueblo de la provincia de Sanliurfa en el que un obús sirio mató el miércoles a cinco miembros de una familia.

El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, advirtió a Siria de que aunque Turquía no desea la guerra, el reciente incidente pone a los dos países cerca de una confrontación. "No estamos lejos de una guerra", aseveró, recordando que desde el jueves, el Gobierno tiene permiso del Parlamento para lanzar una intervención militar contra Siria cuando lo estime oportuno.

Abdulbaset Seida, presidente del Consejo Nacional Sirio, una red que aglutina la oposición siria no armada, vaticinó ayer en una rueda de prensa que el régimen de Damasco intentará tensar las relaciones con los vecinos para convertir el conflicto interno en una guerra regional en la que pueda aprovecharse de las tensiones religiosas y étnicas existentes.

La mayoría de la población turca se manifiesta claramente en contra de una operación de su Ejército en Siria, según el resultado de una encuesta que publicó ayer el diario Hürriyet.

Los resultados revelan que un 76% de la población está en contra de una intervención militar y sólo un 16% apoyaría tal iniciativa.

Derribo de un avión

Los rebeldes sirios derribaron ayer un avión de combate del régimen de Bachar al Asad en la zona de Al Guta al Sharquiya, en la periferia de Damasco, donde también se hicieron con el control de una base aérea, según la oposición.

El activista Qusay al Shami, residente en los suburbios de la capital, informó que los insurgentes de la Brigada Abi Musa al Ashari lograron abatir un caza Mig, que participaba en los bombardeos sobre esta zona, y capturaron a la tripulación.

Los opositores Observatorio Sirio de Derechos Humanos y Comités de Coordinación Local confirmaron en sendos comunicados esta noticia, mientras que un vídeo difundido en internet mostraba la caída de la aeronave entre disparos de ametralladoras.