El Gobierno francés se pronunció ayer a favor de una reorientación de la UE que abandone la opción a favor de la austeridad en detrimento del crecimiento y pidió que se recupere la "audacia" en la construcción europea.

El primer ministro francés, Jean-Marc Ayrault, declaró en la Asamblea Nacional que "ha llegado la hora de reorientar el proyecto europeo" y mostró su satisfacción por los acuerdos obtenidos en el reciente Consejo Europeo.

Aseguró que esa reunión significó un "cambio de orientación muy positivo" y señaló que el voto de los ciudadanos franceses, que dieron su apoyo a la izquierda en las recientes elecciones legislativas, "ha influido" en ello.

"La opción de los dirigentes europeos de generalizar la austeridad sin abrir la perspectiva del crecimiento reforzó las dudas" de los europeos sobre el proyecto europeo, dijo Ayrault ante la cámara baja del Parlamento francés.

Ayrault afirmó que el nuevo presidente francés, François Hollande, "ha hecho mover las líneas" esenciales de la política europea y destacó la aprobación del paquete de medidas a favor del crecimiento de 120.000 millones de euros en el Consejo Europeo del 28 y el 29 de junio pasado en Bruselas.

"Las naciones no desaparecerán", subrayó el jefe del Gobierno galo y agregó: "No se diluirá nuestra identidad". Y añadió que "en un contexto de mundialización, nuestro futuro está indisolublemente unido al de nuestros vecinos, con quienes compartimos una cultura y un modelo social".