El Gobierno francés tendrá que ahorrar entre 6.000 y 10.000 millones de euros suplementarios en 2012 y otros 33.000 millones más en 2013 para respetar sus objetivos de déficit, según un informe sobre las finanzas francesas publicado ayer y que ha sido elaborado por el Tribunal de Cuentas, a petición del Ejecutivo.

Se trata del informe que el ejecutivo de Jean-Marc Ayrault, bajo la presidencia de François Hollande, utilizará como hoja de ruta en materia de política económica.

El estudio señala que el esfuerzo presupuestario necesario será "de la misma amplitud que el realizado por Francia en la víspera de la entrada en la zona euro", entre 1994 y 1996.

El ajuste presupuestario propuesto por el Tribunal de Cuentas para 2012 está en línea con el que había asumido ya el nuevo Gobierno, que recientemente había evocado una horquilla de entre 7.000 y 10.000 millones de euros de ahorro suplementario.

Para alcanzar el compromiso de reducir el déficit galo hasta el 4,5 % en 2012 y al 3 % en 2012, el Tribunal de Cuentas considera "difícilmente evitable" no elevar, aunque sea "temporalmente" el IVA o el CSG, que tasa parte de los ingresos y contribuye a financiar la Seguridad Social.

Actualmente, el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) más extendido en Francia es del 19,6 % y el expresidente Nicolas Sarkozy pretendía elevarlo al 21,2 %, algo a lo que se opuso Hollande durante la reciente campaña electoral.

El Tribunal de Cuentas agregó que los excesos presupuestarios del anterior Gobierno de François Fillon, con Sarkozy como jefe del Estado, son de una "amplitud reducida" de entre 1.200 y 2.000 millones.

Escenario del informe

El escenario que contempla el informe para su análisis se basa en la hipótesis de un crecimiento económico del 0,4 % en 2012 y del 1 % el próximo año, en línea con lo que el Gobierno augura que ocurrirá.

Ayer mismo, en una entrevista publicada por el diario Le Figaro, el ministro francés de Economía, Pierre Moscovici, reconoció que el Ejecutivo rebajará su previsión de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) tanto para 2012 como para 2013.

Ese último año, 2013, el Tribunal de Cuentas lo definió en su informe como "crucial" y "decisivo" para las finanzas públicas de Francia, de cara al retorno al equilibrio presupuestario en 2017 prometido por Hollande.