Francia necesita obtener entre 7.000 y 10.000 millones de euros con nuevas medidas para alcanzar el objetivo de déficit del 4,5 % del Producto Interior Bruto (PIB) al que se ha comprometido este año, reconoció hoy el ministro de Finanzas, Pierre Moscovici.

"Espero a ver las cifras oficiales", respondió Moscovici a la pregunta sobre la cantidad exacta en esa horquilla, en una entrevista a la cadena de televisión "iTélé"

El ministro aludía así a la auditoría que ha encargado el Gobierno al Tribunal de Cuentas sobre el estado exacto de las finanzas públicas, y que debe hacerse pública el próximo 2 de julio.

Moscovici insistió en que se cumplirá el nivel del 4,5 % de déficit al que "nos hemos comprometido".

Asimismo, avanzó que habrá una "reforma estructural" del impuesto sobre la renta y del impuesto de sociedades en otoño, y "ahorros en los gastos".

Pero aseguró que los ajustes excluirán el concepto de "austeridad", que definió como "anular los motores del crecimiento y afectar a las clases medias".

"Queremos mantener un dinamismo en el consumo porque la política presupuestaria no debe romper la actividad, que rompa el consumo y la producción", argumentó.

El Ejecutivo ya ha indicado que para alcanzar esos objetivos tiene intención de aplicar subidas de impuestos y entre las primeras prepara un incremento del tipo que se aplica en el impuesto sobre la fortuna, la elevación de los derechos de sucesión, el fin de las exenciones fiscales de las horas extraordinarias y una tasa del 3 % sobre los dividendos.

El primer ministro francés, Jean-Marc Ayrault, reúne hoy a sus ministros para iniciar la preparación del presupuesto de 2013 que se formalizará en septiembre y a más largo plazo diseñar el programa de finanzas 2013-2015.

Se trata de precisar las reglas de evolución del gasto público y probablemente también analizar la conveniencia de revisar la previsión de crecimiento para este año, un 0,5 %, que la mayor parte de los analistas consideran demasiado optimista a la vista de los indicadores coyunturales.