La ONU está dispuesta a que sus observadores permanezcan en Siria pese a la persistencia de la violencia y ahora estudiará qué formato puede dar a su interrumpida misión en el país árabe para impulsar el cumplimiento del plan de paz ideado por el enviado especial, Kofi Annan.

"La ONU ha decidido no tocar la misión ni modificarla, sino mantener su integridad", aseguró el subsecretario general de la ONU para las Operaciones de Paz, Hervé Ladsous, tras comparecer ante el Consejo de Seguridad junto al jefe de la Misión de Supervisión de Naciones Unidas en Siria (UNSMIS), el general noruego Robert Mood.

La apuesta por el mantenimiento de la misión, cuyo mandato inicial de 90 días se cumple el próximo 20 de julio, llegó también del propio Mood, quien el pasado sábado suspendió las actividades de los observadores ante el empeoramiento de la violencia en el país y del peligro al que se exponen.

"No nos vamos a ninguna parte. Mantenemos nuestro compromiso con la misión desde las posiciones que ocupamos ahora", dijo tras la reunión el general, quien subrayó su deseo de "regresar a la ejecución normal de sus actividades y tareas" lo antes posible.

Mood indicó que "reducir el sufrimiento del pueblo sirio y lograr una nueva dirección en la crisis" seguirá siendo "el objetivo" de su presencia en el país.

"El primer indicador que conducirá a la reanudación de las actividades normales será una importante reducción de la violencia, así como el compromiso de Gobierno y oposición con la seguridad y la libertad de movimiento de los observadores", dijo el general, que pidió que se "revitalice" el diálogo "a nivel local".

Ambos disiparon las dudas sobre una posible retirada de la misión antes del 20 de julio, algo temido por algunos diplomáticos, pero la ONU estudia ya opciones futuras para los observadores pasada esa fecha, ideas que el secretario general, Ban Ki-moon, deberá transmitir al Consejo de Seguridad.

"Hay varias opciones, pero nada se ha decidido por el momento", dijo Ladsous, quien destacó que la UNSMIS es "una herramienta indispensable para ayudar al pueblo sirio y para identificar una solución política a la crisis".

Fuentes diplomáticas señalaron que, durante las consultas mantenidas por el Consejo, Ladsous expuso varias opciones, entre las que estaría la retirada total, la permanencia en el país con una oficina más pequeña e integrada por personal civil, o la inclusión de la defensa en el mandato de una misión más amplia, entre otras.

Esa última apuesta es "poco factible" en estos momentos debido a la imposibilidad de obtener la aprobación del Gobierno sirio y de lograr un acuerdo en ese sentido en el seno del Consejo de Seguridad, según las mismas fuentes.

"Es prematuro hablar de opciones", indicó Ladsous al ser preguntado por ellas, al tiempo que reconoció que, aunque al principio del mandato la misión logró "algunas mejoras de la situación, ahora ya no lo hace".

El jefe de los "cascos azules" señaló que hay "numerosas iniciativas diplomáticas en curso" para lograr que "el plan de paz avance, porque no hay otro plan previsto, el de Annan es la referencia para solucionar la crisis".

El general Mood explicó a los miembros del Consejo de Seguridad que tomó la decisión de suspender las patrullas de los observadores debido "a los riesgos sobre el terreno, que hacían extremadamente difícil cumplir con su mandato".

Denunció que los observadores fueron objeto de "repetidos ataques directos" la pasada semana en Siria, al ser atacados con disparos de armas de fuego y por multitudes hostiles al menos en diez ocasiones en los días que condujeron a las suspensión de sus patrullas.

A la salida de la reunión, el presidente de turno del Consejo de Seguridad, el embajador chino Li Baodong, destacó la importancia de que "el objetivo de la misión sea reanudar sus actividades en cuanto sea posible" y pidió a todas las partes que respeten la seguridad de los observadores.

"Deben procurar que se den las condiciones necesarias para que los observadores puedan cumplir con su misión", aseguró Li, quien volvió a pedir a las partes que cumplan con el plan de paz de Annan "en su totalidad y sin condiciones previas".

Horas antes, Ban había vuelto a pedir al Consejo de Seguridad un acción coordinada y urgente "para evitar una guerra civil total" en Siria donde, según dijo, "el tiempo se agota".

Después de dieciséis meses de conflicto, se calcula que han muerto en Siria más de 10.000 personas, unas 230.000 se han visto obligadas a abandonar sus hogares y más de 60.000 han buscado refugio en países limítrofes.