Los países de la UE avanzan hacia la imposición de un embargo a las importaciones de productos petroleros iraníes que se haría efectivo de aquí al mes de julio, según aseguraron ayer fuentes diplomáticas.

La propuesta, planteada por la Presidencia de turno danesa y los servicios diplomáticos, trata de conciliar las posturas de los Estados miembros sobre la fecha de entrada en vigor del embargo, que debe ser acordado oficialmente por los ministros de Exteriores de los Veintisiete el próximo lunes.

Países como Grecia o Italia -junto con España, los más dependientes del crudo iraní- defienden un periodo de transición lo más amplio posible, mientras que otros apuestan por proceder rápidamente. Según una fuente diplomática, las posturas de entrada oscilaban de un mes a más de un año. Así, una solución en torno a los seis meses "tiene sentido", aseguró la fuente.

Otra fuente comunitaria confirmó ayer que la propuesta que ahora está sobre la mesa establece que se permitiría mantener los contratos actualmente en vigor hasta julio de este año.

El asunto, sin embargo, lo están tratando aún los técnicos nacionales y comunitarios y, "muy probablemente", llegará abierto a la mesa de los ministros el próximo lunes.