Al menos tres personas murieron hoy y más de 30 resultaron heridas en Nigeria durante los disturbios ocurridos en el primer día de la huelga general indefinida convocada contra el encarecimiento del combustible, que paralizó el país.

En Lagos, capital económica de Nigeria (país más poblado de África con más de 150 millones de habitantes y primer productor de petróleo del continente), un joven murió y otros tres fueron heridos por disparos supuestamente efectuados por la Policía.

Los heridos fueron trasladados a un hospital cercano, mientras la Policía indicó que está investigado los hechos.

La jornada fue especialmente tensa en Kano, principal ciudad del norte de Nigeria, donde se registraron altercados cuando miles de manifestantes trataron de asaltar la sede del Gobierno en la localidad.

Según informó la televisión privada nigeriana Channel TV, la violencia de los piquetes llevó a la Policía a disparar balas de goma y utilizar gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes.

Un niño de 15 años murió en Kano como resultados de supuestos disparos hechos por las fuerzas de seguridad durante el enfrentamiento, y otro menor falleció, al parecer, al ser aplastado por los manifestantes en Kano, señaló Channel TV.

La Cruz Roja precisó que 30 personas sufrieron heridas como resultados de los disturbios en Kano, de los que 18 se vieron afectados por los disparos de las fuerzas del orden.

No obstante, residentes de Kano consultados aseguraron que, a tenor de la violencia vista durante los enfrentamientos, el número de muertos podría ser aún mayor.

Al margen de los sucesos, los dos principales sindicatos nigerianos y convocantes de la huelga, el Congreso de Sindicatos (TUC) y el Congreso del Trabajo de Nigeria (NLC), aseguraron que el paro está siendo un éxito, pues el país, según ellos, quedó prácticamente paralizado.

"Está siendo muy exitoso. No ha habido vuelos. Lagos está completamente paralizada", señaló el presidente del TUC, Peter Esele.

El TUC y el NLC convocaron la huelga después de que el Gobierno anunciara el pasado día 1 la retirada de un subsidio al combustible.

Como consecuencia de la medida, el precio de la gasolina se ha disparado de 0,40 dólares a 1,30 dólares el litro y ha aumentado el coste de la gran mayoría de productos y servicios, en especial del transporte.

Desde el NLC, su presidente, Abdulwaheed Omar, declaró que se celebraron "manifestaciones simultáneas en todas las capitales" que continuarán mientras el Gobierno no dé marcha atrás.

El Gobierno afirmó hoy que respeta el derecho de los nigerianos a manifestar su enojo, pero insistió en la necesidad de retirar el subsidio de la gasolina, que forma parte de un paquete de medidas de ajuste económico.

En un discurso televisado a la nación el pasado sábado, el presidente de Nigeria, Goodluck Jonathan, intentó explicar esa decisión y pidió comprensión a los ciudadanos ante las medidas, que incluyen la reducción de 25 por ciento en el salario base de los funcionarios y recortes en los gastos estatales.

Para hacer frente a los posibles disturbios, la Policía ha desplegado más de 23.000 agentes en el estado de Lagos, cuya capital es la ciudad del mismo nombre, toda vez que se han decretado despliegues similares en el resto del país.

El paro tiene lugar en un contexto de inseguridad por los recientes ataques contra iglesias y cristianos en el norte del país, de mayoría musulmana, atribuidos al grupo terrorista islámico Boko Haram, que han causado decenas de muertos.